Los arquitectos Arturo Sanz y Carmel Gradolí, junto a toda la artillería intelectual de su equipo, son las caras conocidas que están detrás del proyecto ganador del concurso público para llevar a cabo el Parc de Desembocadura en Valencia, una de las intervenciones más esperadas en la ciudad y que tiene como propósito reparar. Una triple reparación traerá ‘(con) fluir’, que así se llama el proyecto, según explican sus autores: ecológica, urbana y social.

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