«Mis hermanos y yo no sabíamos qué hacer con todos esos elementos que mi padre había conservado», ha explicado, José Luis García Berlanga en la presentación de la exposición ‘Interior Berlanga’. «Vi un buzón de sugerencias en la web de la Fundación ”la Caixa” y escribí: “Hola, soy José Luis García-Berlanga, hijo del director de cine, y tengo un archivo que no sé qué hacer con él”. Así empezó todo».
De eso hace cinco años. Un viaje de los responsables de Cultura de la Fundación ”la Caixa” a Madrid, a la casa familiar, permitió comprobar el enorme valor patrimonial del archivo Berlanga. Surgió la idea no solo de realizar una muestra sino también de colaborar en la catalogación y digitalización de su legado. ‘Interior Berlanga’ es mucho más que una exposición: es la puesta en valor de un patrimonio de titularidad pública.
El objetivo es que pueda ser accesible en línea para toda la ciudadanía (si bien aún no se sabe dónde) como voluntad conjunta de la familia Berlanga, la Fundación ”la Caixa” y el Ministerio de Cultura, propietario este último de todo el archivo.
‘Interior Berlanga’ propone un recorrido por la trayectoria del cineasta Luis García-Berlanga (1921-2010) a partir de proyecciones, objetos y documentos de su archivo personal, muchos de los cuales han permanecido inéditos hasta hoy. La muestra reúne más de 300 piezas originales con una escenografía cinematográfica que invita a los espectadores a descubrir las múltiples facetas de un creador fundamental del siglo XX en Europa.
Según José Luis García-Berlanga, realizador e hijo del director de cine, «’Interior Berlanga’ es un proyecto insólito. La exposición que le habría gustado ver a mi padre. Conoceremos muchas cosas inéditas». La exposición se basa en un archivo que su padre guardaba desde niño: sus cuadernos escolares, las cartas que escribía a sus padres cuando estaba interno, y también las relaciones íntimas que se han quedado en la recámara de lo que hemos visto en la pantalla. «Se va a descubrir a un Berlanga muy íntimo que complementa y amplía el personaje público».
El título, ‘Interior Berlanga’, abunda en esa idea. Es un paseo por lo que nadie sabía de este creador cinematográfico, por todo lo que fue guardando en su estudio. Tras su muerte, ese archivo fue depositado en más de 70 cajas que se han podido abrir, catalogar, digitalizar y estudiar en un proyecto que empezó en septiembre de 2022 gracias a la iniciativa de la Fundación ”la Caixa” y la colaboración de la Filmoteca Española, que custodia el archivo como organismo dependiente del Ministerio de Cultura encargado de la preservación del patrimonio cinematográfico español y que efectúa el préstamo de los fondos para esta exposición.
«Ese archivo, que es maravilloso, no es solo sobre mi padre: es sobre la España de todo el siglo XX», ha asegurado Berlanga, quien se ha encargado de los audiovisuales proyectados en cada ámbito de la muestra. La exposición muestra tan solo una parte de los 37.000 documentos que componen el legado del cineasta.
Los comisarios de la exposición, Sol Carnicero y Bernardo Sánchez Salas, tienen una larga trayectoria en el mundo audiovisual vinculada al director valenciano. Sol Carnicero fue directora de producción de varias películas de Luis García-Berlanga, mientras que Bernardo Sánchez, quien ha recordado que «Berlanga fue un escritor formidable», es profesor, guionista y fue estrecho colaborador de Rafael Azcona.
«Cada día pasa algo en la actualidad que podría ser de una película de Berlanga», ha afirmado el comisario, quien ha indicado que «lo de Berlanga no es solo cine, es tejido estético y moral de un país».
Sol Carnicero ha recordado sus estancias en Valencia durante los treinta años en los que tuvo una relación casi familiar con el director de cine. «Me alojaba en la habitación 705 del Hotel Londres cada vez que visitaba la ciudad, donde había una terraza magnífica con vistas a la plaza del Ayuntamiento».
Carnicero ha explicado que algunos hallazgos de los archivos los intuía pero cada documento ha sido como la tesela de un mosaico que iba componiendo la figura completa de Berlanga, con muchos descubrimientos. «En la exposición se ve su obra pero también la historia de España en el siglo XX. Berlanga nos va guiando por esos años con humor e inteligencia».
Berlanga y la arquitectura: refugio, vivienda y familia
La muestra recrea una parte del estudio de Berlanga en Somosaguas, una zona residencial próxima a Madrid. Allí Berlanga se encerraba a meditar, escribir y planear nuevos proyectos, a leer y a disfrutar de sus aficiones. A lo largo del tiempo fue acumulando, precisamente en ese estudio, noticias, documentos y objetos sobre su vida, su imagen pública, sus amistades, el cine, la familia y la historia del país.
Una de las pasiones de Berlanga fue la arquitectura. Como buen dibujante, él mismo diseñó sus casas madrileñas. Para Berlanga la casa no era solo un espacio físico, sino también ideológico y emocional, el sitio donde rodearse de lo que una persona necesita.
Primero, lo hizo en su piso en Alonso Cano 31 y, después, en la finca de Avutarda 2, su residencia definitiva para la que bosquejó desde las conducciones de riego del jardín hasta las zonas de reposo de la galería exterior o la distribución interior de las habitaciones, aunque el proyecto lo firmara un arquitecto como Fernando Chueca Goitia.
Depósito de memoria, de biografía y de creación, el estudio es la ventana desde la que, al final de su vida, Berlanga observó el mundo y la condición humana. En la exposición se ha sustituido esa ventana real por una ventana al mundo del cine. Uno de los aspectos más interesantes de esta sección es la relación de Berlanga con el género, con una serie de elementos de cine primitivo que introducen al espectador en la magia de la imagen en movimiento y evocan las películas que fueron referentes para él por parte de directores como René Clair, Jean Vigo, Fritz Lang y G. W. Pabst.
En las vitrinas de esa misma sala se presentan las cartas intercambiadas desde finales de los años cincuenta con René Clair y Charles Chaplin. Uno de los proyectos de Luis García-Berlanga no realizados fue una película con Chaplin cuyo guion se muestra por primera vez. También se exponen hojas de un dietario personal, dibujos y fotografías familiares.
La exposición se concibe como un largo plano secuencia siguiendo el indiscutible sello narrativo del director, con una puesta en escena cuidadamente cinematográfica a cargo del escenógrafo Carles Berga y que se divide en una introducción y siete ámbitos: «Gabinete. Refugio, vivienda y familia», «La escuela de la historia. Episodios nacionales», «Mal preparado para este mundo del cine. La vida de las películas», «El tour del austrohúngaro. Recuerdos de aquí y de allí», «Eros y miedos. Fetiches», «Inventario y cremá. La falla» y «Lo berlanguiano. Sesión académica».
Trueba y Erice
La exposición acoge un proyecto de experimentación con el público que se concibe como una pequeña clase de cine guiada por su hijo, José Luis García-Berlanga. En ella introduce el trávelin y el plano secuencia, tan propios de Berlanga. Las explicaciones se acompañan de las imágenes del rodaje de un plano secuencia de La escopeta nacional tomadas por un joven Fernando Trueba, discípulo de Berlanga.
En este espacio destacan también algunas piezas del archivo que documentan la faceta de profesor de Berlanga, entre las que destaca un ejercicio dibujado por su alumno y actual director de cine Víctor Erice.
Lo berlanguiano
Berlanguiano es una palabra popular que la Real Academia Española incorporó al diccionario en vísperas del centenario del nacimiento del director, como un homenaje y un reconocimiento. A Berlanga, que no se empeñaba en «perdurar», «le hubiera encantado, en cambio, saber que su apellido sería recogido por la RAE como adjetivo; aunque al igual que solanesco, goyesco, velazqueño o cervantino es también poseedor de un valor moral y estéticamente sustantivo», según se explica en la muestra.
El Berlanga fallero
Nacido entre las calles Sorní y Conde de Salvatierra, en Valencia, Berlanga contemplaba las fallas desde el entonces Hotel Londres, que fue propiedad de su familia y que daba a la plaza del Ayuntamiento, o en las calles y las plazas, desde el centro de la ciudad hasta Burjassot. La relación de Berlanga con las fallas tiene múltiples vertientes: fue distinguido con el título de Fallero Mayor y representado varias veces como ninot. Él mismo definía su cine como fallero y pirotécnico.
La palabra austrohúngaro se convierte en un talismán que aparece en varias de las películas del cineasta, también en una de las secciones de la exposición. Berlanga contemplaba el pasado con una mezcla de melancolía y humor. Para referirse a épocas y lugares de antaño solía utilizar esta expresión autoirónica con la que indicaba que, más allá del mundo personal desaparecido, subyacían unos temas universales.
Extras
Con motivo de la exposición, la plataforma CaixaForum+ ha preparado una programación especial sobre este cineasta fundamental de la historia del cine español. En los próximos meses estrenará un largometraje y un cortometraje documental (ambos dirigidos por su hijo, José Luis García-Berlanga) y cuatro de sus películas más emblemáticas: La escopeta nacional, Moros y cristianos, Nacional III y La boutique. La primera de ellas llega a la plataforma hoy mismo coincidiendo con la inauguración de la muestra y se podrá ver gratuitamente en la plataforma hasta el próximo 4 de junio.
CaixaForum+ también estrena hoy, en exclusiva, el cortometraje documental original La mirada de Berlanga. José Luis García-Berlanga dirige este sincero homenaje a su padre con una enorme sensibilidad y haciendo gala de un gran sentido del humor. Como concluye la voz en off de esta pieza, «si la vida no es como en las películas, las películas de Berlanga sí son como la vida». Dentro de unos meses llegará a la plataforma otro documental, en este caso largometraje, también dirigido por su hijo y elaborado a partir de material inédito, el cual nos muestra la faceta más íntima del genio valenciano.
Completan la programación el ciclo Todo me parece Berlanga, que incluye conferencias y mesas redondas con la escritora Elvira Lindo; el director de cine y escritor Vicente Molina Foix; el hijo del director, José Luis García-Berlanga, y los comisarios de la muestra, Sol Carnicero y Bernardo Sánchez Salas. El centro también acogerá una lectura dramatizada de ¡Viva Rusia!, guion inédito que habría sido una cuarta entrega de su saga nacional. Además, el público familiar podrá adentrarse en la obra de Berlanga a través del taller «¡Americanooos!».
La exposición puede visitarse hasta el 9 de junio en CaixaForum Valencia.