Pasar las 24 horas al día en casa durante el confinamiento por la pandemia mundial nos hizo descubrir, además de cómo refleja la luz en las paredes durante las diferentes horas, las carencias de nuestras viviendas.
La casa, por mucho que se empeñen los arquitectos adalides del minimalismo esteta, ha de ser un espacio vivido ya que es un ente que evoluciona a la vez que sus habitantes.
Una exposición en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) titulada «Escenarios de un futuro cercano» se centra en los cambios, más o menos, inmediatos en el entorno doméstico.