Tras la Segunda Guerra Mundial, toda Europa se halla inmersa en un estado de shock del que va emergiendo poco a poco a lo largo de la década de 1950. Una serie de artistas que estaban trabajando en ciudades como Düsseldorf, Amberes, Milán, Ámsterdam, París o Zagreb, alejados del expresionismo imperante, comienzan a reunirse en colectivos para repensar las formas del arte.
El IVAM muestra, hasta febrero, una selección de aquellas obras.