Tras la Segunda Guerra Mundial, toda Europa se hallaba inmersa en un estado de shock del que fue emergiendo poco a poco a lo largo de la década de 1950. Una serie de artistas que estaban trabajando en ciudades como Düsseldorf, Amberes, Milán, Ámsterdam, París o Zagreb, alejados estética e ideológicamente del expresionismo imperante, comienzan a reunirse en grupos y colectivos para repensar las formas del arte. ZERO y el arte de posguerra europeo, en el IVAM.
«Lejos del vacío: ZERO y el arte de posguerra en Europa», que así se llama la exposición que se puede ver en el IVAM, revisa algunos de esos movimientos que tuvieron lugar en Europa entre 1957 y 1966 tomando como referente el grupo conformado por Heinz Mack, Otto Piene y Gunter Uecker. Este y otros colectivos, incluido el español Equipo 57, vincularon su trabajo a revistas y publicaciones, acciones y eventos.
La muestra del IVAM reúne, hasta febrero, un total de 175 obras, entre pinturas, esculturas, documentos y películas, procedentes de la colección del IVAM, de la Fundación Zero y de museos como el Reina Sofía, el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Museum Morsboroich, de Leverkusen o la Foundazione Enrico Castellani, entre otros centros.
“La exposición permite entender la posición de bisagra que estos grupos ejercieron entre las vanguardias históricas y el posterior arte relacional, al tiempo que nos acerca a la larga década de 1960, con episodios críticos como la Guerra Fría, el desarrollismo capitalista y tantas otras utopías y distopías que terminan desplazando el foco hacia otras formas de arte como el pop o el minimal”, ha explicado Nuria Enguita.
Se trata de la primera exposición en España que revisa ampliamente una serie de grupos y propuestas bajo la órbita del grupo ZERO, incluyendo obras de sus componentes Mack, Piene y Uecker, junto a piezas de Yves Klein, Lucio Fontana, Jean Tinguely, Piero Manzoni, Dadamaino, Daniel Spoerri o Equipo 57, entre muchos otros.
El periodo expuesto se inicia en 1957, cuando surgen las Abendausstellungen, las exposiciones de una sola noche, y concluye en 1966, cuando Heinz Mack y Gunter Uecker deciden disolver el grupo.
Organizada en torno a cinco salas, la exposición muestra las propuestas estéticas de esta generación de artistas, alejadas del expresionismo imperante. “En la primera sala de introducción recordamos la veneración que los jóvenes artistas del momento tuvieron por Lucio Fontana, a quien asumieron como padre espiritual”, según el otro comisario de la muestra, Bartomeu Marí.
Una segunda sala contrapone las escenas de Düsseldorf, donde se publica la revista ZERO, y la de Milán, donde la Galeria Azimuth y la revista del mismo nombre animaron durante un corto año el panorama europeo. La siguiente galería contrasta la escena de los Países Bajos con influyentes artistas como Yves Klein y Jean Tinguely.
En la exposición no faltan obras de artistas españoles, como el Equipo 57 (Luis Aguilera, Ángel Duarte, José Duarte, Juan Serrano y Agustín Ibarrola), que participaron en diversas exposiciones relacionadas con la nueva tendencia con propuestas que casaban con los debates del momento, al igual que hicieron jóvenes artistas italianos que crearon lo que hoy denominamos ‘instalaciones inmersivas’.
Equipo 57 desarrolló su actividad desde París. Sus propuestas estéticas casan perfectamente con los debates del momento y, desde el punto de vista político, se encuentran situados en el área más comprometida, promoviendo la creación colectiva y un cultivo de la belleza aplicada a objetos propios de la vida cotidiana, al igual que proponían creadores italianos como Bruno Munari o Enzo Mari.
“Fue una generación que, habiendo vivido la guerra siendo niños, quiso alejarse del vacío para proponer un arte nuevo, en el espíritu de la más pura vanguardia, un arte que alejado de la idea de genio planteaba ya un arte accesible a todos”, ha concluido Nuria Enguita.