Este proyecto de Moiz Studio, que lo forman los arquitectos Cristina Moya y Víctor Ruiz, nace de la necesidad de reformar una vivienda en un edificio residencial del Ensanche de Valencia para adaptarlo al modo de vivir de los propietarios actuales, que nada tiene que ver con la cultura y las formas de habitar de principios del siglo XX.
La vivienda posee un claro protagonista: el suelo. Realizado en pavimento de Nolla original y conservado en muy buen estado, convive con otros elementos de gran potencial, como los techos altos con molduras y las puertas artesonadas con vidrieras.
Los arquitectos han tenido la suerte de que los dueños de la vivienda apreciaran estos elementos decorativos originales, así que su prioridad fue la de hacer todo lo posible por conservar esos detalles de la artesanía modernista. El reto de esta reforma era la de intervenir desde el respeto, tratando de dialogar y revalorizar los elementos existentes.
El primer objetivo fue generar un espacio principal amplio donde aglutinar todos los usos sociales. La vivienda, en origen, estaba compartimentada en muchos espacios de pequeñas dimensiones, por lo que se decidió tirar los tabiques que los separaban y unificar salón, comedor, cocina y recibidor, dejando las huellas de esas antiguas estancias en el pavimento de Nolla como testigo.
«La propuesta se adapta a la ubicación del edificio generando tres alineaciones que se juntan en el espacio principal», explican los arquitectos.
«Empleamos la curva para suavizar la transición entre espacios y sus distintas alineaciones, construyendo y definiendo movimiento y fluidez. La madera de nogal se encarga de materializar la curva en diálogo con la nobleza y elegancia del carácter de la vivienda. La elección de los tonos del resto de la decoración viene marcada por los del pavimento de Nolla buscando el diálogo con los mosaicos».
Moiz. Flat Magazine.
El proyecto ha consistido en un trabajo de restauración, de diseño de detalles y de mobiliario donde resolver los encuentros entre lo nuevo y los elementos originales. Los elementos nuevos se definen con líneas suaves y sencillas con la intención no competir con la fuerza y valor de los elementos preexistentes.
