Valencia ya tiene su primera supermanzana. Ubicada en el cruce de la calle Palleter con Calixto III, en pleno barrio de La Petxina, se enmarca en la política de recuperar espacio público para la ciudadanía, con plazas y parques, más amable y más sostenible, aunque la respuesta de los vecinos oscila, como casi siempre en este tipo de actuaciones, entre la oposición de los que se han quedado sin aparcamiento para sus coches y los aplausos de los partidarios de esta intervención.
Aquí, en realidad, no se ha inventado nada, lugares de todo el mundo utilizan conos, bloques de hormigón y pinceles para sustituir coches por personas, con una fórmula que, precisamente, permite ensayar, corregir y es reversible. Si el origen del urbanismo táctico parte del activismo y de la acción de diversos colectivos de movilidad; en la actualidad es un instrumento útil y muy apreciado por ayuntamientos o administraciones locales.
La primera supermanzana de Valencia ha incorporado, durante su ejecución, la voz de quienes la van a disfrutar, según explicaron los responsables municipales. La decisión ha sido objeto de un proceso de participación en el que se han implicado asociaciones vecinales, representantes de los colegios de la zona y otras entidades, como las comisiones falleras.
Esta actuación se hace siguiendo la pista de ciudades como Barcelona, A Coruña o Vitoria, la primera ciudad de España que tuvo una supermanzana y que le valió el nombramiento como European Green Capital, tres urbes donde se ha producido con éxito la reconversión de los cruces viarios, colonizados por los vehículos, en nuevos espacios urbanos de convivencia entre vecinos y vecinas.
Este tipo de intervenciones de urbanismo táctico unifica las manzanas habituales en una de mayor tamaño, de entre 400 o 500 metros cuadrados, y redirige el tráfico. Así, el centro de la manzana queda libre para zonas peatonales, paseos interiores, carriles bici o zonas de carga y descarga.
Leku Estudio ha desarrollado, por encargo del Ayuntamiento de Valencia, una guía de diseño para la transformación sostenible del espacio público de València, donde se contemplan también aspectos del diseño en el mobiliario o la vegetación con carácter distintivo y funcional. También se ha previsto el uso de una nueva baldosa gráfica que define esta primera supermanzana y que se utilizará como referencia para todas las intervenciones de urbanismo táctico que se ejecuten en la ciudad.
La baldosa, con un diseño en forma de equis realizada por el artista gráfico Ibán Ramón, tiene la finalidad de dotar de coherencia a las actuaciones blandas que se desarrollen en la ciudad para evitar la disparidad de diseños y unificar su estética. En este diseño se reproducen múltiples figuras geométricas que permiten crear varias identidades y creaciones gráficas que aportan valor e identidad local.
Diseño gráfico de la baldosa de la supermanzana, de Ibán Ramón.
La idea de incorporar la visión y las preferencias de la ciudadanía se hace con la finalidad de que cada supermanzana tenga aspectos relacionados con el barrio en cuestión. La supermanzana de la Petxina es la primera actuación de este tipo de recuperación de espacio público que se desarrolla en Valencia. Además de la reducción de ruido y emisiones, la iniciativa genera más zonas verdes y espacios seguros donde desarrollar juegos, actividades culturales y acciones artísticas.
La supermanzana de la Petxina, que acaba de inaugurar el Ayuntamiento de Valencia, afecta a 13.000 metros cuadrados de las calles de Calixto III, Palleter, Erudito Orellana, Gran Vía de Fernando el Católico, Juan Llorens y Padre Rico, en el barrio de la Petxina. Las obras han tenido un presupuesto de 670.000 euros y han sido financiadas con fondos de la Unión Europea.
Estado de la supermanzana antes y después de la intervención táctica.
El alcalde, Joan Ribó, ha afirmado durante la inauguración, que “esto es una cosa que se hace desde Medellín a Barcelona y en muchísimas ciudades europeas y de todo el mundo. Es un trabajo para hacer una ciudad de cara a las personas, pensando en las personas y un poquito menos en los coches. Yo creo que es el elemento que nosotros tenemos claro. Nos parece muy importante que las ciudades, y esta ciudad nuestra, sea cada vez más para que la disfruten las personas”.
Ribó ha expresado también su satisfacción y ha explicado que “las personas que se preocupan por el aparcamiento deben saber que nosotros ya estamos trabajando con el aparcamiento de Santa María Micaela para que la gente pueda aparcar. Y estamos estudiando desarrollar, como ya estamos haciendo en otros barrios, plazas de aparcamiento específicas y exclusivas para residentes. Entendemos que los residentes deben tener un lugar para aparcar pero no queremos que el espacio se utilice por cualquier persona que venga con su coche porque esa no es la función del barrio. La función del barrio y de sus calles es que la gente pueda disfrutarlo. Esa es la idea y es muy sencillita”.
La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha añadido que la supermanzana de la Petxina “es un espacio pensado para dotar de calidad de vida al vecindario de una zona que, por su trazado, no puede tener zonas de uso compartido, que no tiene jardines, que no tiene parques, que no tiene plazas y que, por fin, gracias a esta supermanzana, tendrá un espacio de ocio, de encuentro, de juegos”.
Gómez se ha referido también al impacto de la supermanzana sobre la seguridad vial puesto que “genera un entorno muy importante porque tenemos dos colegios para los que creamos entornos escolares seguros y generamos, por lo tanto, un importante proyecto de seguridad vial en los alrededores escolares de nuestra ciudad”.
Sandra Gómez ha recordado que estamos ante la primera supermanzana de València y, por lo tanto, “es un proyecto que no es improvisado, que llevamos trabajando cuatro años en esta supermanzana porque es la primera y sabíamos que tenía que estar muy bien hecha, que partía de un proceso participativo previo, que se ha hablado con todas las entidades vecinales comerciantes, fallas y entidades vecinales del barrio y se han puesto encima de la mesa todas las cuestiones que podían afectar a la vida de los vecinos y vecinas y que hay mucho trabajo».
