En el Rockefeller Center, entre la Quinta y la Sexta Avenida y con unas impresionantes vistas a la Catedral de San Patricio, de estilo neogótico, hay un jardín secreto situado en el mismísimo corazón de Nueva York: la azotea del centro Rockefeller & Co, justo el lugar donde se ha instalado uno de los proyectos contract de la firma valenciana Gandia Blasco Group en Estados Unidos.
El complejo comercial y de negocios, construido hace un siglo en el Midtown Manhattan, es hoy una de las principales atracciones turísticas de la ciudad y preside algunos de los acontecimientos más esperados del calendario neoyorkino, como la instalación de la pista de patinaje sobre hielo y del gran árbol de Navidad.
Hasta allí, hasta ese privilegiado escondite verde entre los rascacielos, ha llegado esta colección de mobiliario de exterior, un diseño original del arquitecto y diseñador argentino Daniel Germani, para GANDIABLASCO, la firma de Ontinyent (Valencia) que ha ido conquistando parcelas desde que se fundara en 1941. Los diseños son un homenaje a Solanas, una playa en Uruguay, donde Daniel Germani solía veranear. Un lugar paradisíaco con playas que se pierden en el infinito y puestas de sol interminables. Su estética recibe la influencia de la Bauhaus, Oscar Niemeyer, Le Corbusier, Mies y Frank Lloyd Wright, y su filosofía es sencilla: «el buen diseño siempre debe ser honesto e inspirador».
«Fue en la mitad de nuestra trayectoria, a finales de los 80, cuando la compañía evolucionó y se reinventó sin olvidar su raíces en la industria textil. Fiel a nuestro origen y esencia, emprendimos la búsqueda de un lenguaje nuevo arraigado en la cultura del diseño, con la progresiva consolidación de tres marcas – GANDIABLASCO, GAN y Diabla -. De la fabricación de muebles y espacios de exterior al diseño de alfombras artesanales», explican desde la firma valenciana.
Los sillones y butacas de exterior Solanas son diseños pensados para resultar elegantes y cómodos. Sus formas orgánicas acogen colchonetas de gomaespuma de poliuretano recubierto con tejido hidrófugo en infinidad de acabados, cuya tapicería es fácil de limpiar y mantener puesto que es desenfundable. Las mesas, con el color metalizado de las estructuras, añade un carácter exclusivo a cualquier terraza residencial, comedores de exterior o proyecto contract de mayor envergadura, como es el caso de esta azotea neoyorkina en Rockefeller & Co.