En la confluencia de la calle San Vicente, la avenida María Cristina y la plaza del Ayuntamiento está el edificio que, un día, cuando se terminó su construcción allá por 1931, se erigió como el más alto de la ciudad, título que hasta ese momento tenía el Miguelete. Su fachada principal adopta forma semicircular y cuenta con planta baja, entresuelo, siete pisos, áticos y, en lo alto, una vistosa torre.
Obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá, fue realizado entre 1929 y 1931, y era conocido como «La casa del Porquer», ya que su propietario era José Martí Hernández, un empresario dedicado a la cría de cerdos. También se le conoce popularmente como el edificio Los Sótanos, por el gran almacén que estaba en sus bajos y que se llamaba así.
Francisco Almenar (1876-1936) proyectó otras obras importantes en la ciudad como, por ejemplo, varios de los edificios que se construyeron con motivo de la Exposición Regional de 1909, todos ellos derribados. También dirigió las obras de la Iglesia de los Dominicos de la calle Cirilo Amorós; intervino, con Javier Goerlich, en la edificación del Banco de Valencia y en la Casa de la Caridad. Suya es también la Casa Ernesto Ferrer, en la esquina de la calle de Las Barcas con la plaza del Ayuntamiento.
Socio del Valencia CF, Francisco Almenar fue el arquitecto responsable de la construcción del Estadio de Mestalla, inaugurado en mayo de 1923; en noviembre de 1935, el arquitecto fue nombrado presidente del club de fútbol.
Fotografía: Eduardo Manzana