El Centre del Carme Cultura Contemporània exhibe desde el 3 del 3 hasta el 6 del 6 la exposición Martin Parr. Parrathon, un recorrido por su trayectoria a través de algunas de sus icónicas series hechas entre 1975 y 2019. “A partir de sus comienzos en blanco y negro, en una época en la que la fotografía estaba dominada por el drama periodístico y la belleza formal, Martin Parr desarrolla un estilo propio saturado de color”, explican los comisarios de la muestra, Nacha Soler y José Luis Pérez Pont.
Un total de 12 series, la mayoría en gran formato, con la mirada burlona de Martin Parr sobrevolando las salas, se exponen junto al claustro renacentista del antiguo convento del Carmen.
Parrathon, inaugurada en Rennes (Francia) en 2020 y de camino a Bélgica y a Corea, solo hace parada en València a su paso por España. La idea de traer la exposición nace en 2019 (Nacha Soler es miembro de la Martin Parr Foundation) y, tras los trámites de rigor con Parr y con la agencia Magnum, propietaria de las imágenes, la llegada de las fotos tomaba forma.
Luego ya vino la pandemia y lo complicó todo un poco, es el signo de los tiempos. Parr no ha podido acudir a la inauguración pero está prevista su visita en mayo, cuando la situación sanitaria mejore, él pueda salir de Gran Bretaña y viajar a València.
El mundo british, playas, selfies, bailarines, parejas aburridas, consumo y turismo de masas… forman el universo Martin Parr que se reúne en esta retrospectiva con más de 200 fotografías y 168 imágenes de su collage ‘Common Sense’, procedentes de la prestigiosa agencia Magnum Photos a la que pertenece desde el año 1994.
Reconocido internacionalmente, su fotografía revolucionó la técnica y la mirada fotográfica. Desde los años 80, el trabajo de Martin Parr ha influido en el desarrollo de la fotografía contemporánea. Su obra se encuentra en museos como el MOMA de Nueva York, San Francisco y Tokio, la Tate Modern y el National Portrait Gallery, en Londres, entre otros. “Sin embargo, sigue siendo un artista poco conocido entre el gran público que es, precisamente, el protagonista de sus imágenes” explica Nacha Soler.
Tomando como referencia a la propia sociedad británica, con humor, Parr acumula imágenes con las que muestra la visión fragmentada de una realidad dominada por el consumismo, el turismo de masas, la comida basura, la superficialidad, el clasismo o la hiperrepresentación del “yo”, como signos de una época que llega hasta la actualidad. “Sus imágenes suelen divertir pero también incomodar, porque lo que muestran es nuestro reflejo” explican José Luis Pérez Pont y Nacha Soler.
La exposición comienza con “Non-conformist”, donde documenta en blanco y negro la vida cotidiana de los trabajadores de las fábricas textiles, los mineros y los granjeros; sigue con ‘Bad Weather’, una serie en la que Parr captura los momentos cotidianos de sus conciudadanos frente a las típicas condiciones meteorológicas inglesas: chubascos, lloviznas, tormentas de nieve.
“Por lo general, se te dice que solo fotografíes cuando la luz es buena y el tiempo es soleado, y me gustaba la idea de hacer fotografías solo cuando hace mal tiempo, como una forma de alterar las reglas tradicionales”, ha explicado el artista sobre estas fotos. Y termina con ‘Death by selfie’ (2015-2019), otra forma de autorretrato que ha cambiado espectacularmente el ritual de la visita turística: el selfie.
Entre medias, todo el universo Parr con su humor, su ironía, sus colores saturados y su ultra iluminación. “Los fotógrafos son como cruzados que van a lugares donde hay hambre y guerra … yo voy y vengo alrededor de la esquina y al supermercado local porque, para mí, esta es la línea del frente”, ha contado en alguna ocasión.
Su trabajo se coloca entre la sociología y la antropología reflejando, con mucho humor, las miserias de una sociedad globalizada.
Mientras sus fotos cuentan historias y viajan por el mundo, él sigue al frente de la Martin Parr Foundation, fundada en 2017 en Bristol, desde donde impulsa el trabajo de los fotógrafos británicos emergentes y desarrolla una ingente labor editorial.