La Casa Eames, diseñada por Ray y Charles Eames y concluida en el año 1949, nació del programa de las Case Study Houses, promovido por la revista Arts & Architecture, bajo la dirección de John Entenza, entre los años 1945-1966.
Peter Koenig, Richard Neutra, Craig Ellwood, Eero Saarinen o los propios Eames, fueron llamados a diseñar prototipos de vivienda experimental, replicables y estandarizados que sirvieran para un nuevo estilo de vida de postguerra en los Estados Unidos.
La intención era que las casas pudieran estar construidas con materiales prefabricados, fueran fáciles de levantar y con un estilo moderno.
La casa está ubicada en el vecindario Pacific Palisades de Los Ángeles y fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2006: es un hito de la arquitectura moderna de mitad del siglo XX.
“House… after five years living” es una película realizada por Charles Eames que reúne las diapositivas que los Eames y sus amigos fueron haciendo de la casa durante cinco años, del 49 al 55.
La película se centra en los objetos naturales y artefactos artesanales que enfatizan los materiales orgánicos y las texturas, creando un contraste entre la percepción general de que las estructuras prefabricadas son frías con la propia película, que es cálida, íntima y doméstica.
La improvisación y la inmediatez quedan subrayadas por la banda sonora de jazz interpretada por Elmer Bernstein.
Las proporciones de la casa respondían a dos prioridades: conservar el paisaje lo más intacto posible y maximizar el espacio. Los volúmenes se colocaron pegados a la colina, pero se ocultaron, aprovechando una fila de árboles. La casa perdió toda la definición formal posible, y los detalles constructivos simplemente surgieron de forma natural en la unión de una pieza con otra.
Las paredes eran casi todas de vidrio, lo que provocaba las impresiones de la naturaleza sobre ella, en forma de sombras y reflejos. Los árboles y el patio son los verdaderos límites de la casa.
La película nos ofrece 11 minutos de visiones fragmentarias de la casa, en grabaciones caseras donde los escenarios se repiten, se pasa del interior al exterior en sucesivas ocasiones, de planos cercanos a otros medios.
La película no trata de hacer comprender la arquitectura al espectador sino de hacerle partícipe de un estilo de vida en el que los útiles domésticos, los detalles constructivos o las hojas de un árbol tienen todos la misma importancia. Las paredes terminan funcionando como cuadros compuestos con colores, reflejos y transparencias.