“Cada vez buscamos más una vuelta a la sencillez, vivir en casas en las que entramos directamente desde la calle, a pie llano, sin verjas, sin porteros, casas en contacto con la tierra, con espacios descubiertos bañados por el sol, donde llueve, casas donde podemos apreciar el paso de las estaciones y las fases de la luna… y esa forma de vivir nos la dan las casas de pueblo”. El que habla es Arturo Sanz, uno de los arquitectos que componen el estudio Gradolí&Sanz, centrado en recuperar este tipo de viviendas como una manera de entender la arquitectura. Las hay en los pueblos, también en algunas zonas de la ciudad, pero sobre todo, estas viviendas, suponen un gran patrimonio de la cultura constructiva tradicional mediterránea: son las casas patio del siglo XXI.

Los arquitectos Fran López y Arturo Sanz, autores de la recuperación de Casa Isabel.
Sanz, junto a Fran López, forman la división denominada Cases Pati, especializada en recuperar este tipo de viviendas, y ya llevan unas cuantas. La última, Casa Isabel, está en la plaza de Benimaclet, el barrio valenciano donde, unas calles más allá, tienen los arquitectos su cuartel general.
Casa Isabel tiene un gran patio y una sorpresa dentro: una edificación antigua de dos plantas construida con muros de bloques de adobe y ladrillo. «Una casa con pavimentos de barro, de hormigón de cal con árido cerámico y de aplacados de mármol Macael. Con puertas de segunda mano restauradas y paredes y techos con texturas nuevas o recuperadas», resumen los arquitectos de Cases Pati. «Es una casa donde lo nuevo completa lo viejo, desde el respeto y el reconocimiento de nuestra historia», explica Fran López.
«Como sociedad tenemos la oportunidad de recuperar estas casas sacando provecho de sus ventajas: entrada a pie llano desde la calle, existencia de un patio interior, estructura de muros de carga con gran inercia térmica… y a la vez revalorizarlas aportando las soluciones espaciales y funcionales que se derivan de las nuevas formas de vivir de nuestro siglo. Ese es el reto: hacer casas actuales preservando el patrimonio cultural de nuestras casas tradicionales”, explicaba Sanz a Flat con otro de sus proyectos.

El mobiliario interior del proyecto Casa Isabel es de Cosín.
En opinión del arquitecto Fran López, «lo más interesante de Casa Isabel es el diálogo con las preexistencias, la relación entre lo conservado y lo intervenido y los materiales que se emplean para lograr ese diálogo».
Por otra parte, el arquitecto también destaca la interesante relación entre la vivienda y el patio, la forma de vivirlo. «Al tener el elemento exterior cubierto se habita de manera muy distinta a una vivienda sin ese espacio. Dado el clima que tenemos en Valencia, funciona como estancia principal de estar durante buena parte del año». Vivir en el patio, vivir entre plantas, vivir alrededor del fuego, esa es la esencia del proyecto. «Nuestra propuesta es mantener esta construcción como espacio exterior cubierto, rodeado de vegetación y que aloja un hogar para hacer fuego en el suelo», concluyen.

El paisajismo del proyecto lo ha realizado Gustavo Marina.















