Una exposición muestra, en Barcelona, la faceta menos conocida del arquitecto Enric Miralles como diseñador de mobiliario. Si bien su estudio de arquitectura con Benedetta Tagliabue abordó proyectos de interiores, es la primera vez que una exposición se dedica a mostrar estos diseños de una manera seleccionada.
Esta exposición, titulada «MIRALLES. Perpetuum Mobile» y comisariada por Benedetta Tagliabue y Joan Roig i Duran, forma parte de los eventos impulsados por la Fundació Enric Miralles para homenajear a la figura del arquitecto catalán en el vigésimo aniversario de su fallecimiento.
En cada residencia privada, y también en muchos de los proyectos públicos, el arquitecto cuidó hasta los últimos detalles del interiorismo, pero nunca diseñó mobiliario pensando en reproducirlo comercialmente. Concretamente en esta exposición, se exhiben modelos de muebles y objetos que se desarrollaron principalmente para su ámbito doméstico.
En el proceso creativo de Miralles hay una constante intención de dotar de vida a sus obras. Un deseo que plasma también en sus collages fotográficos, dando movimiento a la imagen. Aquí se podrá apreciar la intención de dotar vida y movimiento aplicada al diseño de mobiliario.
La última vivienda del arquitecto en Barcelona era un antiguo almacén del que se derribaron muros, dejando un espacio abierto y versátil, perfecto para Miralles, que imaginaba una casa en movimiento, donde los muebles no tienen un lugar o forma establecidos, sino que pueden desplazarse o modificarse en función de las necesidades de cada momento.
Para hacer realidad esta visión tan actual y contemporánea del espacio interior, diseñó su mobiliario personalmente, compartiendo sus croquis con artesanos y carpinteros, con los que debatía y experimentaba sobre estas piezas.
La exposición «MIRALLES. Perpetuum Mobile» parte de un intenso trabajo de búsqueda de documentación entre los archivos más privados del arquitecto, y de una estrecha colaboración con el American Hardwood Export Council (AHEC) para la reproducción de estos diseños.
La idea original de cada pieza se ha conservado intacta, si bien se han usado maderas americanas para la reproducción, ya que los originales se realizaron en maderas exóticas que hoy no sería recomendable importar, y también se han mejorado pequeños elementos como las bisagras.
Durante el trabajo de búsqueda en los archivos se encontró un cuaderno con un dibujo detallado de una mesa desconocida que nunca llegó a producirse, y que ahora se ha construido por primera vez descifrando las instrucciones que Miralles dejó en sus apuntes.
La muestra cuenta con más de 20 piezas, entre ellas las mesas ‘Inestable’, ‘Dolmen’, ‘Troncs’ y ‘Tropical’, la estantería ‘Lelukaappi’ inspirada en la obra del arquitecto Alvar Aalto, varias sillas que se usaron en proyectos como el Parlamento de Escocia o la sede del Círculo de Lectores en Madrid, así como luminarias inéditas que se empezaron a diseñar con Enric Miralles pero que no se habían llevado a cabo.
La estructura de la exposición quiere reproducir de forma simbólica la casa privada de Miralles y Tagliabue. Los muebles se distribuyen en el espacio imitando su posición original, y en las paredes pueden verse los croquis y dibujos que muestran el diseño de estos objetos.
También se exhiben algunas fotos de la vida familiar del arquitecto en las que aparecen estos muebles. Los puntos de luz diseñados por Miralles iluminan el mobiliario y se usan como elementos decorativos.
La exposición se completa con un vídeo stop-motion y un documental realizado por AHEC que explica el minucioso proceso de reconstrucción de las piezas partiendo de la idea original y enseña los movimientos que dotan de vida a estos muebles.
La muestra puede verse hasta el 29 de agosto en Disseny Hub (Plaça de les Glòries, 37, Barcelona).
