La firma valenciana LZF ha sido galardonada con el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad “Empresas”, un galardón que distingue a quienes incorporan el diseño a su estrategia empresarial y contribuyen a la mejora de la sociedad y de la calidad de vida de las personas. El jurado del premio, que concede el Ministerio, reconoce una trayectoria que se ha distinguido por su fuerte compromiso con la cultura del diseño, su espíritu creativo y su cuidado proceso artesanal. En palabras de Mariví Calvo y Sandro Tothil, fundadores de LZF, “es una enorme satisfacción recibir la feliz noticia de que se reconoce nuestro trabajo con el premio de diseño más deseado en nuestro país. Hoy sentimos que diseño y artesanía van de la mano y eso es algo muy grande”.
El premio no podía llegar en mejor momento. Tras 25 años de trayectoria y más de 35 premios nacionales e internacionales del sector del diseño, LZF conserva el espíritu con el que nació en una exposición espontánea que tuvo lugar en el teatro Trappezi de València. Desde su modesto comienzo, aquel pequeño taller ha ido creciendo y en 2008 se muda a una antigua bodega rehabilitada, en Chiva (València), donde trabajan con un nutrido equipo de creativos.
En la primera fase la compañía se llamó Luzifer, hacer luz, atraparla y domesticarla, con un ojo poético, por un lado, y funcional por otro, con una nueva narrativa de la iluminación. En el año 2001, la empresa comienza a investigar con nuevos tratamientos para la madera y patentan un sistema llamado “Timberlite” que protege y hace manejable la frágil chapa de madera. La investigación llevada a cabo por LZF sobre la capacidad de la luz para generar y construir ambientes, así como su apuesta por la innovación y el diseño, abrió los mercados internacionales a las lámparas que en sus inicios se habían concebido por y para el hábitat doméstico. LZF entró en el ámbito del contract y en instalaciones especiales de gran formato, convirtiéndose en un proyecto sólido y sostenible, con productos reconocidos y muy valorados internacionalmente.
Hoy, el trabajo de Mariví y Sandro, se articula con un grupo avanzado de diseñadores reconocidos que dan forma a cada luminaria con un trabajo creativo colaborativo, sin olvidar a las jóvenes promesas del panorama nacional e internacional. En este sentido, LZF actúa como catalizador para el desarrollo de nuevas generaciones de diseñadores, creando oportunidades para aquellos que están empezando y apostando de forma constante por las buenas ideas.
Sus últimos proyectos conectan la luz con otros materiales como el vidrio soplado artesanalmente, lo que sitúa a cada pieza en los límites de las obras únicas artísticas. La conjunción de arte, artesanía y producción, continúa su andadura. Sus lámparas se encuentran en lugares tan emblemáticos como en el Mercado Little Spain, los restaurantes Mi Casa, Jaleo y Fish, del chef José Andrés y realizados por Juli Capella en Nueva York, Puerto Rico, Washington, Disney Springs Orlando, Maryland y Bahamas. Pueden verse, también, en las sedes californianas de Youtube, Microsoft o Amazon, en el cuartel general de defensa de Holanda, en las oficinas de Coca-Cola en Atlanta y Madrid, o en la Biblioteca Los Gatos de la Universidad de Nevada, entre otros conocidos lugares.
Además, desde 2015, hospitales especialistas en la cura del cáncer como el Baptist Cancer Center de Miami, el MD Anderson Cancer Centre de Texas y Houston, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, utilizan sus luminarias para conseguir ambientes naturales, bellos y relajados que beneficien al paciente.
Sensiblidad artística y sostenibilidad
LZF tiene una visión clara como empresa, centrada en el cometido y el compromiso personal de Sandro y Mariví de investigar y divulgar el enlace de la artesanía con el arte, las nuevas tecnologías y la producción industrial avanzada. Nuevas vías de concebir el diseño que provienen de su sensibilidad por el arte y la música, y entroncan con la transversalidad del pensamiento creativo actual. Un tándem empresarial, consciente del valor del artesano, de su peso contemporáneo en la visión del diseño.
LZF ha utilizado desde sus inicios la chapa de madera, su materia prima, como una herramienta para expresar sus valores. A través de ella, demuestran su compromiso con la ecología, la sostenibilidad y la innovación. Como sus fundadores apuntan, utilizan la madera “porque es un elemento ancestral, que tiene que ver con la Naturaleza y con el fuego”. De esta manera, LZF es, además, una empresa pionera en España de la interacción con los conceptos de sostenibilidad y diseño ecológico en todo el ciclo productivo. El cuidado y preservación del medio ambiente, es una forma de dar salida a una nueva metodología de diseño circular con una fuerte raíz de ayuda y apoyo social, sin perder la belleza intrínseca y funcional de cada diseño.
Su particular visión creativa de la luz acariciando la madera da vida a luminarias de alta calidad, piezas únicas fabricadas a mano por un equipo de artesanos expertos en el trabajo con chapa de madera. Y siempre siguiendo un proceso enteramente artesanal que le valió en 2011 el Premio Nacional de Artesanía. De esta forma, LZF se ha posicionado de un modo propio en la intersección entre el diseño y la tradición, haciendo posible que su compromiso con la artesanía sea compatible con la innovación, la actualidad de los mercados y el ritmo global del sector a nivel internacional. Una esencia única que también ha sido reconocida en su tierra, con el Premio Honorífico de ADCV 2019 (Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana) en la categoría de “Innovación”.