Casa Lurbe: ecléctico Cabanyal

22 diciembre 2021

por | 22 diciembre 2021

La Casa Lurbe se construyó en 1932 en uno de los barrios marineros de València, a escasos cien metros de la casa del escritor Vicente Blasco Ibáñez frente a la playa, con su imponente galería de cariátides mirando al mar. Tras la Guerra Civil, la casa del escritor fue expropiada, transformada en sede recreativa de la Falange, deshabitada, olvidada y demolida para acabar siendo reconstruida 70 años después; la Casa Lurbe, sin embargo tuvo más suerte, sobrevivió a la posguerra gracias al estraperlo, fue habitada y re-habitada, reformada y desgastada por el uso. Así lo explican los arquitectos de Ábalosllopis, Ana Ábalos y Pablo Llopis, quienes junto a Jordi Marset, han unido fuerzas para abordar este proyecto. Ellos nos cuentan el paralelismo entre la casa del escritor y la casa que ellos han remodelado, que concentra al Cabanyal más ecléctico.

«A partir de una anhelada habitación exterior, el proyecto de Casa Lurbe añade un estrato arquitectónico adicional, entrelazando la historia de ambas casas. La demolición de la fachada posterior de la Casa Lurbe descubre lo que fue la galería descubierta y la transforma ahora en una habitación exterior que invita al uso y la permanencia, que se extiende hacia el sol y las corrientes de aire, aprovechando las condiciones benignas del clima, como lo hacía el comedor de Blasco Ibáñez», apuntan. La nueva secuencia de espacios y de elementos, cose la contemporaneidad al pasado, lo deliberado a lo accidental, lo refinado a lo cotidiano.

«Las balconeras recuperadas, las puertas interiores acristaladas reubicadas, la rica decoración del techo del baño y su profundo lucernario que oculta los secretos de la posguerra española conviven ahora con los desnudos cabirones que sustentaban el techo de cañizo y la nueva bóveda de cañón del vestíbulo», explican.

 

Casa Lurbe: el cabanyal más ecléctico

Al mismo tiempo el eclecticismo histórico del Cabanyal encuentra su camino en detalles más pequeños, «la barandilla amarilla que actualiza los trabajos de forja artística, el despiece del pavimento que nos recuerda la singularidad de cada estancia, o la azulejería vidriada en amarillo, que con sus brillos y reflejos nos transporta al cercano mar Mediterráneo». 

«Mediante la reconstrucción de la rica historia social de la casa, no sólo a partir de pequeños episodios de conservación y reparación sino también con trabajos enteramente nuevos, el proyecto introduce una calidad imperfecta a una casa imperfecta. El tiempo rehúsa cualquier intento de concepción global, sin embargo, un pausado bricolaje material y temporal reúne lo visible y lo invisible en un nuevo conjunto».

 

Casa Lurbe: ecléctico Cabanyal

¿Habéis hecho en esta casa algo que no hubierais puesto en práctica en anteriores proyectos?

Nuestra filosofía es que cada proyecto es especial de alguna manera, y por tanto único. En cada proyecto partimos de cero tratando de hacer la propuesta que mejor atienda a sus particulares características, evidentemente sin inventar nada, tratando de leer muy bien el contexto y a sus moradores, recuperando investigaciones, ensayando soluciones previas, etc.

En este caso una línea de trabajo fue la recuperación de la terraza como estancia y la celosía como límite, partiendo de soluciones típicamente valencianas pero que también ensayaron ya los romanos. 

¿Qué ha tenido de especial esta intervención?

Trabajar sobre lo construido siempre tiene algo de mágico, al descubrir en lo existente el trascurrir de la vida, de las personas que una vez habitaron esos espacios. En este caso nos encontramos con un techo lleno de sorpresas que escondía incluso un sistema de poleas vestigio de los duros años de posguerra donde el estraperlo y el contrabando eran el motor de supervivencia del barrio. Arqueología del siglo XX.

¿Cómo veis el auge constructivo que hay en las casas del Cabanyal? Hay varios ejemplos de estudios de arquitectura que estáis recuperando (sin destruir) varias casas en esta zona. 

El espíritu de recuperar sin destruir no es algo nuevo. Es la génesis de la arquitectura hasta el siglo XX, cuando las grandes guerras obligaron a empezar desde cero, pero ahora parece que finalmente empieza a calar de nuevo la cultura del reciclaje (también arquitectónico), de aprovechar lo construido, de no pensar directamente en demoler y empezar de cero. 

Particularmente, la atmósfera que tiene el Cabanyal y su carácter tan singular nos parecen una joya, ojalá que el auge que está  teniendo en estos últimos años no le haga perder su autenticidad… ¡ni a sus moradores!  

 

Casa Lurbe: ecléctico Cabanyal

Casa Lurbe: ecléctico Cabanyal

Casa Lurbe: ecléctico Cabanyal

¿Cómo veis Valencia? 

Después de varias décadas donde la corrupción era la carta de presentación y los proyectos megalómanos se olvidaban de la ciudad, en los últimos años los políticos han mirado de nuevo hacia sus conciudadanos, parecería un buen momento para revisar lo que nuestra ciudad significa, lo que necesitamos como ciudadanos, lo que significa hacer ciudad en el siglo XXI… 

Parecía que nuevas caras traerían nuevos y esperanzadores aires… pero por el momento parece que sólo en las formas porque en el fondo seguimos como estábamos. Pero no perdemos la esperanza porque como dice la canción del grupo valenciano La Habitación Roja:

En esta ciudad junto al mar

cualquier cosa puede pasar

aunque haya quien diga que no

hoy todo podría cambiar…

Fotografía: Mariela Apollonio.
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