El punto de partida para ‘Ca Amparo’ fue la rehabilitación de una vivienda unifamiliar entre medianeras que data del año 1911. La casa, de dos plantas, se sitúa en una parcela considerablemente profunda y con una única fachada recayente a calle.
«Nuestro cometido era el de realizar una intervención que mantuviese y recuperase los elementos característicos de la edificación conservando su esencia, así como potenciar aspectos como la eficiencia energética, la iluminación natural y la relación entre los distintos espacios», apuntan desde Cíclic, el joven estudio de arquitectura compuesto por Cristina Valero y Miguel Martínez, quienes llevan en el ADN de su trabajo la recuperación del patrimonio, la sostenibilidad y la economía circular, tal y como demostraron con su participación en el Solar Decathlon 2021-23 en calidad de miembros de Azalea UPV.
La composición de esta fachada, su distribución y su cubierta de vigas de madera y bardos cerámicos, hablan de una tipología vernácula con muchas posibilidades. No obstante, la compartimentación de sus estancias comprometía la ventilación y la iluminación de la misma, como explican los arquitectos. El proyecto tenía como punto fuerte la amplitud de los pórticos y los materiales de la vivienda, testigos de su larga historia.
«Al iniciar la rehabilitación fue fundamental intervenir los forjados de planta baja y primera. Incorporar un sistema de ventilación entre el suelo de la vivienda y el terreno nos permitió evitar futuras condensaciones y eliminar humedades, problemas muy comunes debidos al clima del entorno. En cuanto a la distribución, al atravesar la fachada nos encontramos de lleno con el recibidor, en el que destaca el forjado de madera y la visual del patio y la piscina al fondo. A un lado, la estructura metálica de la escalera se une a la de madera del forjado», apuntan desde Cíclic.
«Al recibidor le siguen salón-comedor-cocina-patio, una serie de estancias concebidas como un único espacio dinámico, gracias a la continuidad de los elementos y a la flexibilidad de las carpinterías y del mobiliario. Toda la fachada a patio en planta baja es una carpintería abatible, clave a la hora de configurar los diferentes escenarios posibles. En invierno, las carpinterías cerradas favorecen el acondicionamiento interior, pero siguen manteniendo la visual interior-exterior. En verano, estas se abaten y abren la vivienda al patio, permitiendo que circule la corriente por toda la planta«.
La pérgola de madera, además de funcionar como un elemento de protección solar, aporta continuidad espacial. Para dar más flexibilidad a esta planta, el mobiliario del comedor es dinámico. La isla y la mesa se han diseñado para que una encaje bajo la otra cuando se quiera ganar espacio o se usen independientemente como barra y mesa al uso en función de las necesidades.
En la planta primera están los espacios privados de la vivienda, todos ellos envueltos por la cubierta cerámica original que, tras ser restaurada, aporta calidez y unidad. La habitación principal, con vestidor y cuarto de baño, tiene acceso a la zona de lavado y terraza.
«La eficiencia energética fue un factor clave a la hora de diseñar la casa. Es por eso que incluimos elementos de protección solar como la pérgola o las contraventanas de madera. Además, la instalación de aerotermia junto con las placas fotovoltaicas proporcionan la energía necesaria para calefactar y producir agua caliente en la vivienda, alimentándose únicamente del calor del ambiente y de la energía del sol».
«Se puede decir que Ca Amparo es una vivienda evolucionada, que aúna tradición con tecnología y nuevas formas de habitar», concluyen desde Cíclic Estudio.