Desde hace unos años, el artista colombiano José Antonio Suárez Londoño se reúne los domingos, «en un ritual tanto personal como colectivo», en su ciudad natal, Medellín, con un grupo de discípulos. Juntos, crean un espacio donde el grabado se transforma en un lugar de aprendizaje, creación y transmisión, como explica Efraín Bernal, al frente de la galería madrileña que lleva su apellido. Bernal Espacio, que ya expuso al artista en 2020, se alía ahora con Gabinete de Dibujos, en el valenciano barrio de Ruzafa, para mostrar esas piezas domingueras de Suárez Londoño.
«José Antonio Suárez Londoño es considerado uno de los mejores dibujantes y grabadores en el panorama del arte, no solo por su maestría técnica —la minuciosidad del trazo, el dominio de los procesos, la sensibilidad del papel y la tinta—, sino también por su enfoque ético y poético hacia el arte», explica Bernal. Su obra no busca el espectáculo, sino el silencio; no persigue la grandilocuencia, sino el detalle. «En una época marcada por la velocidad y la saturación visual, su trabajo se sostiene en la constancia, en la mirada atenta y en el gesto repetido como forma de pensamiento. Esta coherencia estética y vital lo ha convertido en una figura de referencia tanto en América Latina como en el ámbito internacional».
Estos grabados se presentan como actos de resistencia: pequeños momentos de pausa, atención y perseverancia. «Esta exposición reúne toda la serie publicada hasta ahora, que sigue expandiéndose mes a mes, siendo un testimonio silencioso de un compromiso inquebrantable con el arte como parte de la vida diaria, y de una generosa vocación por compartirlo».
La muestra reúne más de 80 aguafuertes, aguatintas y gofrados —algunos coloreados a mano— junto a dos retratos a lápiz en homenaje a sus maestros, uno de ellos inspirado en el autorretrato de Velázquez.
Sus obras, llenas de referencias literarias y artísticas, conviven con animales, árboles, arquitecturas, aviones o personajes flotantes que desafían los cánones clásicos, conformando un universo íntimo y colectivo a la vez.
Suárez Londoño (Medellín, 1955), formado en la École Supérieure d’Art Visuel de Ginebra, cultiva desde hace décadas el célebre principio de “nulla dies sine linea” que Plinio el Viejo atribuía a Apeles: no dejar pasar un solo día sin trazar una línea.
De este modo, el artista registra y fecha rigurosamente cada uno de sus dibujos en los cuadernos anuales —como el correspondiente a 2018, que hoy forma parte de la colección del MoMA— y también en sus grabados dominicales, que dan nombre a esta exposición.
La muestra cuenta con el diseño gráfico de Dídac Ballester.
La muestra Grabados de domingo puede verse desde el 26 de septiembre hasta el 5 de diciembre en Gabinete de Dibujos (Literato Azorín, 33, Valencia).