«Juan Nava ha quedado atrapado por el embrujo de las letras. Para sobreponerse, o alimentar la pasión, Nava se dedica desde hace tiempo a cazar las letras singulares que se le ponen a tiro, con el instinto infalible del experto, prenderlas con un alfiler, familiarizarse con sus curvas y sus rectas y coleccionarlas en un proyecto de caminos que se bifurcan más allá de toda mesura».
Así lo explica Jorge García, autor del texto de sala de la exposición que el Gabinete de Dibujos dedica a las «Letras. Encontradas, recuperadas, dibujadas» del diseñador Juan Nava, para explicar esa especie de indulto de las letras que lleva a cabo el autor.
Juan Nava pertenece a ese grupo de diseñadores que empezó dibujando a mano y acabó adaptando sus procesos al ordenador. La generación del milenio y los nativos digitales no acaban de comprender cómo fue esa transformación que sucedió mientras ellos crecían.
Así, esta muestra indaga en el dibujo como herramienta y medio de trabajo, y quiere reconocer su valor en la definición precisa de formas, cuerpos y grosores de las letras en rótulos y logotipos, ya sean trazadas a mano con regla, lápiz, compás y plantillas como con gráficos vectoriales definidos mediante puntos de ancla y manejadores de dirección.
También quiere ser una exposición pedagógica, que nos refresque o nos haga tomar conciencia de lo que han cambiado algunos oficios en este último medio siglo.
Aunque Juan Nava tuvo sus reticencias seleccionando piezas diseñadas por él hace cuarenta y cinco años para incluirlas en esta exposición, su amigo Jorge García, del Institut Valencià de Cultura, acabó de convencerle, asegurando que lo suyo es puro dibujo, sin ninguna duda.
Como explica Jorge García, «aquí se presenta una muestra sintética del recorrido de una letra hasta que se convierte en marca o en rótulo, y también un elenco de letras recuperadas de rótulos existentes, animadas como para iniciar una nueva vida».
«En la primera parte Juan Nava recurre a su archivo y descubre bocetos y trabajos de juventud, para mostrar cómo la letra tiene mucho de trazo, de voluta, de gesto realizado con un lápiz o un pincel, donde el color es un elemento superfluo, y cómo las destrezas del dibujo residen en la base del diseño: no por casualidad «disegno», la palabra italiana, significa dibujo».
«La segunda parte, mucho más arriesgada desde el punto de vista conceptual, es una colección asimétrica de 279 letras, cuyo único orden evidente es el del alfabeto, aunque el visitante atento puede descubrir algunas claves y ritmos internos. Aquí tan importante es el trabajo paciente de reinterpretación, con herramientas actuales, como la limpieza de toda señal biográfica, incluido el color, hasta dejar a la letra en su pura esencia. Dibujo puro».
Juan Nava (Ripollet, Barcelona, 1952) es un profesional destacado del diseño valenciano. Empezó a trabajar en los años 70 en publicidad. A finales de los 80 fundó su propio estudio, que ha realizado proyectos de identidad corporativa y de comunicación para instituciones y empresas, diseño editorial y de espacios expositivos. Son muy conocidos sus trabajos para el Instituto Valenciano de la Música y también, en los últimos años, su reinterpretación por medios digitales de rótulos antiguos con su proyecto Letras recuperadas.
Por su parte, el Gabinete de Dibujos cierra, con este proyecto, su primera temporada como galería de arte contemporáneo.
Letras. Encontradas, recuperadas, dibujadas estará en el Gabinete de Dibujos desde el 1 de julio hasta el 17 de septiembre.