La creación en 1966 del Museo de Arte Abstracto Español, en las Casas Colgadas del siglo XV en Cuenca, es un capítulo fascinante y único de la historia cultural de nuestro país. La fe pionera de Fernando Zóbel en los artistas abstractos se materializó en un espacio insólito que pronto tuvo un enorme eco internacional y suscitó elogios como el de Alfred H. Barr, primer director del MoMA de Nueva York, que da título a la exposición, ‘El pequeño museo más bello del mundo’, que se podrá ver en la Fundación Juan March, en Madrid, a partir del 26 de abril.
El joven museo, nacido de la iniciativa de un artista, creó un espacio de libertad independiente del régimen político, reafirmó a toda una generación de pintores y escultores, preparó a las más jóvenes y produjo todo un público nuevo en un país que no contaría con museos de arte contemporáneo hasta después de su transición democrática, más de veinte años después de aquella aventura única y original.
El museo fue un proyecto pionero en la España de los años 60 que, con su selecta muestra de pinturas y esculturas, es hoy en día un referente museístico nacional e internacional. Alfred H. Barr, fundador y primer director del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), definió al Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, hace sesenta años, como “una de las más admirables obras de arte: un equilibrio notable entre pintura, escultura y arquitectura”.
En 2022, la Fundación Juan March -titular del museo desde 1981 por expreso deseo de Zóbel- procedió a climatizar completamente el edificio. Aprovechando el cierre parcial del museo se concibió, junto a cinco instituciones culturales, una exposición itinerante internacional de parte de su colección. Tras su paso por Granada, Barcelona, Dallas (Texas, EE.UU.) y Coblenza (Alemania) se presenta ahora, a su vuelta, en Madrid.
Más de 40 obras han sido las elegidas por el equipo curatorial del museo: pinturas, esculturas y una extensa documentación que resume la abstracción española de la segunda mitad del siglo XX, un momento clave de nuestra historia del arte. Entre ellas hay piezas importantes de pintores abstractos como Eva Lootz, Manuel Millares o Antonio Saura, entre otros, o escultores como Jorge Oteiza o Eduardo Chillida. Acompañando a la muestra en Madrid, se ha organizado un ciclo de actividades paralelas (conferencias, coloquios y conciertos) y la edición de un catálogo.
La exposición ‘El pequeño museo más bello del mundo’ se podrá ver en Fundación Juan March (Calle Castelló 77, de Madrid), desde el 26 de abril hasta el 30 de junio.