El Teatro de Marionetas La Estrella abrió su primera sala en 1995, en el barrio de El Cabanyal de Valencia. Sus impulsores, Maite Miralles y Gabriel Fariza, venían de encontrarse en Madrid, donde ambos habían desarrollado sus carreras en teatro, arte, cine y televisión tras haber comenzado haciendo representaciones al aire libre en el parque de El Retiro. Ellos fueron los primeros. La compañía teatral cumple 45 años y aquella sala estable que fundaron en Valencia lleva abierta casi 30 años, contra todos los pronósticos. «Nosotros somos ángeles de tercera, todo nos ha costado siempre muchísimo», explica Maite Miralles.
La exposición ‘Teatro La Estrella. 45 años de historia’, en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC), rinde homenaje al proyecto cultural y hace un repaso a la historia de la familia Fariza-Miralles, referente en el mundo de los títeres. A través de objetos personales, obra pictórica, elementos del propio teatro y audiovisuales, la exposición muestra el rico universo del conocido teatro de marionetas, desde sus orígenes hasta la actualidad, entrelazando su evolución creativa con los momentos clave de nuestra historia.
«Es difícil explicar qué es el Teatro La Estrella sin poner en el primer plano su vinculación con la infancia, con todas esas generaciones de niñas y niños que, año tras año, han llenado el teatro con su inocencia, su magia y su ilusión”, apunta la comisaria de la muestra, Patricia Miró, invitando a conocer «el apasionante universo creativo del teatro y de la compañía». La muestra va dedicada a la memoria del actor y cofundador de La Estrella Gabriel Fariza, fallecido en 2019, como han querido destacar tanto Maite Miralles como Patricia Miró.
El Teatro La Estrella es el más antiguo del país y el único con una programación dedicada íntegramente al arte de los títeres. Desde la compañía han creado más de cuarenta espectáculos, la mitad de los cuales siguen activos en su repertorio y se representan en sus dos salas, la de la Petxina y la de El Cabanyal. Por sus escenarios han pasado cientos de compañías profesionales nacionales e internacionales, han ganado premios y han visitado los mejores festivales.
«Nunca nos ha importado la fama, nos importa estar en el imaginario colectivo de tantas generaciones de niños», explica la artista y propietaria del teatro. Durante estos años han pasado por sus salas cerca de dos millones de espectadores. Miralles relata, entre risas, cuando sonaba el teléfono de casa (que fue el mismo de la compañía durante años) y al otro lado salía la voz de una niña que preguntaba por Cuchufleta (uno de los personajes principales del teatro La Estrella, junto a Bombalino) para contarle que estaba malita o para invitarle a su cumpleaños. «Ese reconocimiento infantil nos compensa mucho. Eso es, para nosotros, el éxito».
Teatro independiente, alternativo y artesanal
Las salas 1 y 2 del Centre del Carme se unen para acoger esta exposición, diseñada por el estudio valenciano Estiu, que, a lo largo de cuatro secciones, ofrece un viaje al corazón del conocido teatro de marionetas y que incluirá representaciones de La Estrella durante los tres meses que dure la muestra.
El recorrido comienza presentando a sus fundadores, cuyos perfiles artísticos, teatral de Gabriel Fariza y pictórico de Maite Miralles, convergieron en lo que fue finalmente La Estrella, «un teatro colorido, lleno de vida y de personalidad», apunta Miró.
La siguiente sección repasa los comienzos de la pareja en el Madrid del franquismo y de la Transición, en su buhardilla de Malasaña, reconstruida aquí para la ocasión. También se muestra el paso de Gabriel Fariza por la compañía de teatro ‘Los Galiardos’, donde conoció a Juan Mayorga y a Petra Martínez, que urdieron lo que acabó siendo ‘Castañuela 70’, un espectáculo teatral que parodiaba a la España del final del franquismo y que fue censurado en medio de su éxito, lo que lo convirtió en un emblema de la respuesta social del teatro independiente a la dictadura. Fariza, además, formó parte de la compañía ‘Tábano’ y de otros proyectos teatrales, como se cuenta en la exposición.
En esta parte de la muestra se recrea la construcción de juguetes, las actuaciones en el Rastro y el Retiro, en las que fueron pioneros y, posteriormente, los festivales de marionetas, los programas infantiles de televisión (‘Un globo, dos globos, tres globos’, ‘Barrio Sésamo’, ‘La cometa blanca’ …) y los anuncios publicitarios en los que participaron.
Su llegada a València (Maite regresaba a su ciudad), la fundación la compañía y su trayectoria hasta llegar al presente protagonizan la siguiente etapa del recorrido, mostrando cómo los dos artistas se convirtieron en empresarios y lograron vivir de su pasión, el teatro; y cómo juntos fundaron el teatro La Estrella con una primera sala en el barrio del Cabanyal – una elección que les marcaría en lo personal y lo profesional – y la segunda en La Petxina.
Ante la posibilidad, sólida durante bastantes años, de que parte del barrio de El Cabanyal fuera afectado por el plan urbanístico que planeaba la destrucción de varias manzanas para ampliar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, Miralles y Fariza abrieron su segunda sala en la ciudad, pues la del marítimo quedaba precisamente en la ‘zona cero’ del nuevo plan. Ambos actores fueron muy activos en la defensa patrimonial del barrio y tuvieron un papel destacado en la plataforma ‘Salvem El Cabanyal’. También en la muestra se puede ver esa parte de su biografía.
La exposición también destaca la creación de los espectáculos más representativos de La Estrella que han supuesto un gran éxito entre el público infantil, como ‘Hansel y Gretel’, ‘Bombalino y Cuchufleta dos payasos de peseta’, ‘Caballo de Gulliver’, ‘Bombalino en Camionet’ y ‘La camioneta de Cuchufleta’. Muchas de las marionetas de estos espectáculos, incluido el caballo gigante, todas ellas hechas de forma artesanal, se pueden ver en esta sala.
La última etapa del recorrido es una recreación de la sala teatral de La Estrella, esta vez en el Centre del Carme, en la que la compañía muestra su agradecimiento al público y donde el público puede compartir sus recuerdos en una pared que irá cubriéndose de fotos que aporten los habituales del teatro infantil.
También tiene presencia en la exposición la productora La Estrella Cinema, la rama profesional derivada de la teatral dedicada a la producción de audiovisuales del hijo mayor de la familia, Simón Fariza. Esta última sección acogerá las representaciones teatrales en directo de obras de La Estrella.
La muestra puede visitarse hasta el 23 de junio en el CCCC (calle Museo, 2. Valencia).