¿Cómo será Valencia en 2030?

3 febrero 2022

por | 3 febrero 2022

¿Cómo será Valencia en 2030? ¿Cómo afectará la tecnología a nuestro entorno físico? ¿Cómo serán los espacios públicos del futuro? ¿Cómo evolucionará la movilidad y cómo afectará a nuestras calles? El proyecto VALENCIA 360, de Valencia Capital Mundial del Diseño 2022 y el centro de innovación Las Naves, a través de su laboratorio para un futuro mejor Futur·lab, trata de dar respuesta a estas cuestiones y abre el debate sobre el futuro de la ciudad de la mano de diseñadores y arquitectos de todo el mundo.

Non Architecture, una organización independiente sin ánimo de lucro que se propone reinventar el diseño espacial cuestionando la base, los fundamentos y las convenciones acerca de la labor de la arquitectura, ha seleccionado a cinco equipos de diseñadores – dos basados en Valencia, dos en Francia y uno en Inglaterra, la internacionalización era importante en este caso  y ha desarrollado, junto a ellos, una serie de visualizaciones de varias localizaciones de la ciudad de València.

Cada equipo, con un estilo gráfico y un lenguaje diferente, ha representado ese espacio en una imagen de 360 grados, permitiendo al espectador tener una experiencia inmersiva sobre la que imaginar el futuro y hacer, de esta manera, una reflexión sobre cómo el diseño y la arquitectura nos pueden ayudar a crear ciudades más sostenibles y de mayor bienestar. Utilizando el diseño especulativo, libre de cargas emocionales y sin prejuicios, los diferentes estudios han elucubrado sobre cómo será la ciudad en 2030, mostrando dos caras, la utópica y la distópica.

Las imágenes se podrán visitar a través de un smartphone, un ordenador o gafas de realidad virtual. Así, a través de la tecnología y las imágenes impactantes, pretenden llevar al gran público cuestiones de relevancia para el futuro de la ciudad como son la turistificación, el impacto de la tecnología, la escasez de recursos o la desertificación. Todo se puede ver aquí.

Pero también en una exposición que estará abierta al público durante el mes de febrero en Las Naves y que se ha presentado hoy oficialmente con la participación de David Espinosa, coordinador de Futur·lab; Miguel Arraiz, director de proyectos de València Capital Mundial del Diseño 2022; Alexandre García Estellés, de Non Architecture, junto a Mar Muñoz, del estudio Lamardebe y comisaria de la exposición, y algunos de los equipos que han creado las imágenes.

Los valencianos Quatre Caps, C•LAB Atelier, y Rarea; el arquitecto de Zimbabwe Lloyd Martin y el joven estudio de diseño Ex Figura, formado por dos arquitectos portugueses e italianos, han sido los equipos seleccionados, de un total de 157, para desarrollar las distintas imágenes de la ciudad de València en el año 2030. Los sitios recreados en este proyecto son cinco: La huerta, la plaza de la Virgen, la Torre Miramar, la playa y el cauce del Turia.

Los profesionales elegidos, con una media de edad que apenas supera los 30 años, fueron seleccionados por el carácter disruptivo de sus propuestas y el potente mensaje que quieren lanzar al mundo en cada uno de los contextos: de la necesidad de un crecimiento sostenible a los peligros de una movilidad irresponsable para la vía pública, pasando por la importancia de la producción local, los efectos de la tecnología sobre el entorno construido o la preservación de la huerta.

En palabras de Xavi Calvo, director general de València Capital Mundial del Diseño 2022, “València 360 materializa de forma visualmente impactante nuestra voluntad de convertir la capitalidad y todo lo que conlleva en una oportunidad única para reflexionar sobre la València del futuro. Las nuevas generaciones de diseñadores están capacitadas para participar e incluso liderar un debate sobre las ciudades que queremos habitar en un futuro no muy lejano. València 360, como otros tantos proyectos e iniciativas impulsadas por València Capital Mundial del Diseño, se proponen construir un discurso y generar un legado que va a ir mucho más allá de 2022.”

Los proyectos

En el proyecto de Exfigura, que se llama L’Horta Tomorrow, se centran en la agricultura como una gran amenaza para la sostenibilidad del planeta. El uso desproporcionado de agua y territorio que ocasiona es el responsable de que innumerables especies estén en peligro de extinción, además de la alteración de los ecosistemas, tanto a escala regional como mundial.

A medida que la vida desaparece, el paisaje se convierte en un vacío total. Ellos proponen que en Valencia se podría proteger l’Horta trasladando la producción a construcciones en altura, a la agricultura vertical, que a través de su eficiencia artificial, podría producir más alimentos, con mayor variedad, utilizando casi ningún recurso. Estas torres podrían convertirse en el nuevo icono de la ciudad Valencia: una visión innovadora de la agricultura, con el objetivo de un futuro brillante.

El proyecto de C-LAB, bajo el nombre «To be, or to visit, that is the question”, habla de cómo, siguiendo la tendencia de otras ciudades europeas, el centro de la ciudad podría convertirse en un parque temático para turistas. Las actividades productivas y la dinámica capitalista transformarían nuestra plaza histórica en un lugar orientado al consumo. 

Sin embargo, otra plaza de la Virgen es posible. La movilidad sostenible, la renaturalización urbana, las energías limpias y los modelos residenciales alternativos pueden transformar la plaza en el “lugar para estar”. Una maqueta de ciudad reproductiva muestra la versión más amable de la plaza en la que cualquier persona podrá estar “a la fresca” junto a la fuente, pasear disfrutando del aire puro o comprar productos locales.

Por su parte, Lloyd Martin, ha puesto su atención en la Torre Miramar y explora un enfoque más fundamentado acerca del discurso utópico/distópico, donde el diseño evoluciona hacia narrativas basadas en soluciones urbanas al problema de la rotonda de la torre. La visión distópica explora el modelo actual de diseño urbano de ingeniería aditiva, resolviendo temporalmente los problemas relacionados con el transporte y la conectividad. 

La visión utópica recupera la rotonda a través de una transición hacia los vehículos automatizados y la inversión en infraestructura sostenible, brindando una oportunidad única para progresar más allá del urbanismo basado en combustibles fósiles. Habilitando un espacio público único y acogedor, catalizando una pieza importante de infraestructura pública y social y uniendo los elementos fracturados del entorno urbano.

El estudio Quatre Caps y su proyecto, Ecotopia, plantea la civilización como una enfermedad para el planeta, donde describen un futuro en el que la utopía y la distopía nadan en paralelo y difícilmente pueden ser diferenciadas. Por un lado, la población mundial no ha dejado de crecer, las decisiones políticas siguen tomándose de acuerdo a resultados cortoplacistas. Nada ha cambiado.

El bienestar y la comodidad de la humanidad son prioritarios. Estamos al principio de una tormenta; por otro lado, los fenómenos extremos por efecto del cambio climático son evidentes y constantes. La sociedad sacrificó su forma de vivir, para que futuras generaciones puedan existir en este lugar. Con la humanidad confinada y aislada, la vegetación y la naturaleza vuelven a prosperar. 

Rarea presenta el proyecto Malva-rosa 2.0. donde se fortalece la existencia ‘online’ de los individuos, las comunidades de las que participan también se entrelazan con el espacio virtual. Lo que anteriormente se podía entender como una interacción ‘sin-lugar’ en la red, ahora cobra una presencia sólida, al permitírsele a la idiosincrasia de un colectivo enraizarse en un ‘lugar’ que se percibe claramente como habitable.

¿Qué pasa cuando esas comunidades forman ciudad? ¿Qué contendría esa capa virtual de la Valencia futura, con su cultura profundamente social tan bien representada en nuestra costa? Bienvenidos a los riesgos y bondades de la Malva-rosa 2.0, la playa virtual de Valencia.

 

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