El festival Cinema Jove ha mostrado el cartel oficial de su 39ª edición, obra de la ilustradora y diseñadora editorial andaluza Laura Wächter, inspirada en los icónicos letreros de las salas de cine norteamericanas. La autora fue galardonada en 2020 con el World Illustration Awards, en la categoría de cubiertas de libros, por la colección de la Premio Nobel Annie Ernaux, publicada por la editorial Tusquets.
La creadora utiliza como referencia de partida los letreros o ‘billboards’ de las salas de cine norteamericanas. Bajo este elemento central transitan personajes extraídos de diferentes géneros cinematográficos –la ciencia ficción, el ‘noir’, el cine de aventuras o las películas independientes de temática juvenil- junto a figuras que representan a los asistentes físicos del festival. Esas dos capas –la ficcional y la real- están separadas visualmente por colores para facilitar la claridad narrativa del cartel.
Laura Wächter (Algeciras, 1987) ha explicado que, aunque el proceso creativo de este cartel evolucionó de manera muy orgánica, “el elemento del letrero de cine estuvo ahí casi desde los primeros bocetos. Quería jugar con la idea de la luz, tanto con luminosos como con proyecciones, y hacerla más visible”.
En este sentido, ha remarcado que el blanco puro del luminoso “es lo que más destaca en la imagen, ya que quería que el letrero captase la mirada primero y la alfombra roja la condujese por el resto del cartel, descubriendo las diferentes escenas que contiene, puesto que las alfombras rojas son un elemento visual muy característico de los festivales y eventos relacionados con el cine, así que no quería dejar escapar ese recurso”.
Por su parte, el director de Cinema Jove, Carlos Madrid, ha resaltado que el cartel de este año “refleja a la perfección la reivindicación que hacemos desde el festival del valor añadido que tiene la experiencia comunitaria de disfrutar de las películas en las salas”.
La directora de arte de Cinema Jove, Ada Diez, ha destacado que el festival “busca creadores que sean capaces de introducirnos en un mundo visual de 360 grados; una imagen que parezca casi una proyección cinematográfica, y creo que Laura Wätcher tiene un talento especial para envolvernos en una especie de realismo mágico que nos traslada, mediante la interacción de personajes, objetos y perspectivas espaciales, a escenarios casi propios de sets de rodaje, utilizando para ello un lenguaje rico en sutilezas y una gama cromática muy característica: el turquesa, el rojo pálido y el amarillo”.