Nueve adolescentes caminan sin rumbo por las calles de Murcia conversando sobre su relación con la ciudad en ‘Hacia ningún lugar’. Así se llama el ensayo visual de escucha a la adolescencia que han elaborado desde el Observatorio Paula, un espacio que, «alejado de convencionalismos, invita a la reflexión y al pensamiento sobre el desempeño escolar», explican sus promotores.
Tras una observación del deambular adolescente en torno a la ciudad, desde este observatorio social se realizó una serie de ejercicios y círculos de escucha a varios grupos de adolescentes que ahora se ha convertido en un corto audiovisual donde los propios jóvenes hablan de sus inquietudes y necesidades. El Colegio de Arquitectos de Valencia incluye la proyección del documental en su programa de cine a la fresca que se celebra este mes de julio en el patio de la institución.
Como explica la arquitecta Izaskun Chinchilla en «La ciudad de los cuidados», cuando se legisla en la ciudad se priorizan las actividades productivas y, al hacerlo, se otorgan más derechos a quienes históricamente han ostentando esas ocupaciones.
«Las necesidades de otros actores no se observan con la misma atención: las ciudades no garantizan espacios seguros en caso de pérdida, lugares para echarse la siesta ni baños públicos. ¿Por qué? Porque tras la aparente y oficial idea de que la ciudad se regula para proteger al ciudadano universal, en realidad, se oculta el hecho de que la ciudad se ha regulado para proteger a los agentes que ejecutan las actividades productivas: gente que no se pierde, que no necesita descansar a mitad de camino y que puede pagar una consumición en un restaurante si necesita hacer uso del baño», apunta la arquitecta.
El caso de las ciudades pensadas para los más pequeños ha sido tratado, por ejemplo, por el psicopedagogo y dibujante Francesco Tonucci, quien defiende una nueva filosofía de gobierno de las ciudades que tenga como referencia a los niños y las niñas, con la seguridad de que una ciudad sensible a las necesidades de la infancia será mejor para todos. Pero, ¿qué hay de los adolescentes?
Fotogramas de ‘Hacia ningún lugar», el documental producido y dirigido por el Observatorio PAula Educación.
«¿Te sientes integrado en la ciudad?», pregunta la voz en off del urbanista Rafa Rivera en el documental a uno de los chicos del experimento. «Me miró extrañado», sigue Rivera con la narración. «La ciudad, más que facilitar, dificulta. La solución que solemos dar los adultos, a los que también maltrata a veces la ciudad, es acostumbrarnos. Mal ejemplo».
«La adolescencia necesita que la ciudad sea una invitación a salir de sus casas, de sus habitaciones, de la tecnología», sigue la voz del documental. «Una ciudad amable que reconozcan como suya, aunque tenga imperfecciones. No se trata de buscar lugares específicos para adolescentes, se trata de ofrecer opciones de compartir, de generar espacios colectivos transformadores, de poder utilizar la ciudad de maneras variadas. Que todo sea una secuencia, no un conflicto», explica Rivera. Que la calle sea apta para todos los públicos. «Cuando la acera se ensancha, la vida se ensancha».
Fotograma de ‘Hacia ningún lugar», el documental producido y dirigido por el Observatorio PAula Educación sobre la adolescencia y su relación con la ciudad.
En un momento del documental, se apunta que los adolescentes quieren jugar como acto relevante, pero no único. «Tal vez necesitan sentarse al revés, pero no hacerlo sintiéndose juzgados siempre».
Los protagonistas de ‘Hacia ningún lugar’ cuentan su desubicación, por ejemplo, cuando no les dejan subir a unos columpios, porque tienen más de catorce años, pero tampoco pueden ir a sitios de adultos. Echan de menos jardines y zonas donde poder estar sin tener que consumir, básicamente porque tampoco tienen dinero. Es la deuda urbana con la adolescencia.
Jueves 27 de julio, 19:30 horas. Proyección de ‘Hacia ningún lugar’. Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (Hernán Cortés, 6).
