Francia celebra a sus clásicos: lo hizo con Marcel Proust en 1971, con ocasión del centenario del nacimiento del escritor. Ahora hace lo propio, a propósito del bicentenario, con Charles Baudelaire, el maldito por excelencia, con permiso de Arthur Rimbaud y Antonin Artaud. La Biblioteca Nacional de Francia ha organizado una gran exposición titulada Baudelaire, la modernidad melancólica. En ella se incluyen, entre otras muchas cosas, primeras ediciones y otras curiosidades relacionadas con su obra y, muy especialmente, con Las flores del mal, su gran poemario. Un clásico que remite a una de las ideas clave de su literatura, el spleen (una cierta melancolía), y que contiene uno de los versos más perturbadores que hayamos conocido: “J’ai plus de souvenirs que si j’avais mille ans”. Más recuerdos que en mil años de vida, ahí es nada, una sentencia que podría haber suscrito el autor de la Recherche.
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La Institució Alfons el Magnànim inició la publicación de una muy interesante serie de biografías a finales de la década de 1980; entre ellas, las dedicadas a autores franceses como Gaston Gallimard, de Pierre Assouline; Stendhal, de Michel Clouzet o Baudelaire, de Claude Pichois y Jean Ziegler. Otro libro aparecido en esta colección fue Fragmentos de memoria, del editor italiano Giulio Einaudi. Un conocido editor de mobiliario y luminarias catalán tomó como ejemplo la obra de Einaudi, Kurt Wolf y otros grandes editores europeos del siglo pasado. Una buena manera de configurar un gran catálogo: el que acaba conteniendo a los clásicos.
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Al contrario de lo que ocurre en el arte, y muy especialmente en la pintura (recordemos el célebre adagio ut pictura poesis), en el diseño apenas encontramos referencias librescas. Cierto: Alessandro Mendini diseñó el sillón Proust para Studio Alchimia a finales de la década de los 70; más recientemente, Carles Muro y Charmaine Lay hicieron lo propio con la estantería Perec para Punt Mobles. En otro sentido, sin la referencia libresca inserta, Max Bill diseñó la máquina de escribir Patria para Aug. Birchmeier Söhne en 1944. ¿Quién se atreverá a diseñar una silla Natalia Ginzburg, un perchero Enrique Vila-Matas, una cubertería Wislawa Szymborska, un atril Charles Baudelaire?
Rafa Martínez es historiador y periodista. Autor de la biografía sobre la diseñadora Lola Castelló, actualmente es el director de la revista «Arxiu».