El proyecto del arquitecto Ramón Esteve para una universidad privada parte de la idea de implantar su nueva sede urbana en Valencia. El edificio del Antiguo Asilo San Juan Bautista, muy próximo al centro histórico y ubicado junto al eje vertebrador que supone el antiguo cauce del Río Turia, fue el lugar elegido.
En origen, el edificio fue una institución asistencial fundada en 1873 por Joan Baptista Romero Almenar, un acaudalado banquero y comerciante de la seda. El edificio, con una arquitectura marcadamente clasicista, fue proyectado por el arquitecto Sebastià Monleón. Durante la Guerra Civil las instalaciones fueron confiscadas y el edificio tomó el nombre de «Hogar de infancia Romero». En la actualidad, y desde finales del siglo XX, alberga instituciones universitarias privadas.
«La propuesta de intervención se ha desarrollado en base a las necesidades de la institución académica, haciendo hincapié en parámetros organizativos y funcionales como la versatilidad, la polivalencia y la eficiencia de los espacios», explican desde el estudio del arquitecto Ramón Esteve, artífice de la última remodelación del edificio.
Una de las premisas de las que partía el proyecto era el respeto por la arquitectura preexistente, potenciando los elementos de valor que narran la historia del edificio. Con el fin de mantener esa esencia, se ha creado un diálogo armónico entre materiales originales y nuevos, «evitando contrastes excesivos que la desvirtúen».
La intervención ha priorizando los usos comunes en el cuerpo central del edificio, dejando los volúmenes laterales para aularios y despachos. Los espacios que vuelcan a la fachada principal se reservan para áreas administrativas. Las zonas destinadas a las aulas poseen doble fachada, conectando tanto con el jardín exterior como con los claustros interiores a los que vuelcan, que se plantean no sólo como zonas de circulación sino como lugares en los que estar y compartir.
Los espacios comunes poseen un gran protagonismo en este nuevo campus, «repleto de zonas tanto interiores como exteriores pensadas para la interacción de los usuarios; áreas de trabajo, relación y descanso, emplazadas en un entorno urbano pero independiente».
Además de la rehabilitación del edificio, el proyecto incluye un edificio anexo de nueva construcción. Ubicada al oeste de la parcela, la ampliación bebe de los mismos parámetros que el resto del trabajo y se adapta compositivamente al entorno. «Su arquitectura dialoga con el conjunto, respetando ciertos aspectos tales como la materialidad, la gama cromática y los ritmos compositivos», concluyen desde REE.
Ramón Esteve (Ontinyent, 1964) recuerda dos momentos clave que le ayudaron a descubrir su interés por la arquitectura, uno fue gracias a un libro que le regaló un familiar en el que aparecía la Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright, «me impresionó tanto que solo podía pensar en llegar a hacer casas como esa algún día».
Hoy, Ramón Esteve es uno de los grandes arquitectos de este país, el deseado por la clientela que busca el lujo basado en una arquitectura orgánica y esencial. Este arquitecto y doctor por la Escuela Técnica Superior de Madrid fundó su estudio en 1991, donde ha ido formando un equipo en el que arquitectos y diseñadores trabajan juntos desarrollando proyectos con carácter, entre los cuales está el mastodóntico edificio de La Fe y la premiada recuperación de Bombas Gens como centro de arte, además de creaciones de diseño para distintas firmas.