El Centro de Arte Hortensia Herrero se sumará al Día Internacional de los Museos, que se celebra, desde 1977, cada 18 de mayo. El CAHH, que ha superado ya el medio año de vida desde su apertura el pasado 11 de noviembre, ofrecerá una serie de actividades gratuitas para conmemorar la celebración.
En concreto, el Centro de Arte Hortensia Herrero llevará a cabo experiencias exclusivas. Por un lado, dos actividades que se irán repitiendo y alternando a lo largo del día. Una dedicada especialmente a las familias, que consistirá en la realización de una visita a espacios concretos del CAHH, con un taller posterior especialmente pensado para trabajar en equipo y hacer sus propias creaciones.
La otra actividad, para todos los públicos, es una visita dinamizada con especial atención a aquellas obras en las que la luz juega un papel fundamental. Ambas actividades serán gratuitas, pero requieren reserva de plaza previa.
El Centro de Arte Hortensia Herrero ampliará su horario de apertura al público hasta las 12 de la noche del sábado. Así, desde las 20 horas ofrecerá dos visitas guiadas nocturnas cada hora (ocho en total), todas de forma gratuita y exclusiva, ya que el espacio solo estará abierto para la realización de esta visita.
El palacio
La rehabilitación del edificio, realizada por ERRE arquitectura, ha recuperado de forma exquisita la historia contenida en el edificio y lo ha convertirlo en un centro de arte contemporáneo de referencia. Ubicado en la céntrica calle del Mar de Valencia, el centro reúne la colección privada de Hortensia Herrero, una de las mujeres más ricas de España. Incluye obras de Calder, Cristina Iglesias, Sean Scully, David Hockney, Georg Baselitz, Chillida, Tàpies, Saura o Mat Collishaw entre otros.
Junto a Carmen Thyssen, con su museo de Málaga, y a Helga de Alvear, con su museo de Cáceres, Hortensia Herrero es una de las tres coleccionistas de arte más influyentes del país y también una de las que contribuye a descentralizar el panorama cultural. Toda su actividad de mecenazgo cultural la desarrolla en Valencia.
El Palacio de Valeriola, de estilo barroco, tiene todos los ingredientes para despertar el interés de cualquiera. Su historia es suculenta: contiene parte del circo romano de la ciudad, lo único que queda de una construcción de más de dos mil años de antigüedad; en sus dependencias hay huellas de todas las civilizaciones que han poblado Valencia, desde la romana a la visigoda, la islámica y la cristiana.
Además de palacio señorial del XVII, con todas sus intrigas, el edificio albergó, ya en el siglo XX, la imprenta y las oficinas del diario Las Provincias, y fue, en los años 80, un sitio de copas donde los clientes bebían Agua de Valencia mientras rugían, de fondo, dos leones que se alojaban donde, posteriormente, se descubrió un horno medieval.
En la última fase de la historia de este lugar tan especial, esquivando ser un hotel de lujo, Hortensia Herrero compró el edificio, tras un par de años de negociaciones, a Francisca Díez de Rivera y Guillamas, viuda del general golpista Alfonso Armada y propietaria del palacio. El edificio contiene, de una forma u otra, vestigios de veinte siglos de historia.
La zona expositiva del centro se plantea en cuatro niveles y se organiza en torno a dos edificios. Por un lado, el Palacio Valeriola, sometido a un exhaustivo y minucioso proceso de rehabilitación para poner en valor su carácter histórico. Por otra parte, el edificio de la calle San Cristóbal, del cual se ha mantenido únicamente su fachada y la tipología de cubierta inclinada, permitiendo ampliar la superficie expositiva hasta los 3500 metros cuadrados.
La entrada principal se realiza por el Palacio Valeriola junto a la calle del Mar, dando acceso al patio interior alrededor del cual se organizan las diferentes salas expositivas. Este patio mantiene su estructura original y sus elementos patrimoniales donde destaca la escalera de piedra tallada.
En las plantas superiores y a medida que se asciende, el visitante podrá ir disfrutando de diferentes estancias emblemáticas del antiguo palacio como la sala noble o la andana para finalizar en la última y cuarta planta donde se ha generado un espacio mirador que ofrece unas magníficas vistas de Valencia y de la Iglesia San Juan del Hospital.
