«A lo largo de toda mi vida de publicitario, nunca he querido anunciar tabaco. Mi padre murió por su culpa y a mí me costó horrores dejarlo. Por eso, cuando me pidieron un nuevo spot para persuadir a los jóvenes del peligro de fumar, me llevé una gran alegría. Johan Cruyff acababa de sufrir un infarto a causa del tabaco y no dudé ni un instante en convertirlo en el protagonista del anuncio. Johan, que iba a ir vestido con su típica gabardina, tenía que ir jugando con un paquete de tabaco, donde en vez de la marca, se pudiera leer Tabac. El paquete tenía que hacer de pelota y él debía darle varios toques con los pies, la rodilla, el pecho y la cabeza, en el orden que fuera, para, al final, chutarlo con todas sus fuerzas». El que habla es el publicista Lluis Bassats en unos de los textos que complementan la exposición «Diseño y Salud», que se puede ver en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) hasta el 16 de abril.
La muestra ofrece «una mirada transversal que repasa el pasado, disecciona el presente y se proyecta hacia el futuro” para ilustrar que la ciencia y la medicina evolucionan y seguirán evolucionando con la ayuda de la tecnología y el diseño. La muestra, dividida en diferentes bloques y desarrollada a lo largo de 25 temas o ámbitos, está comisariada por Ramón Úbeda y cuenta con la gráfica de Dídac Ballester y Antonio Ballesteros. “El diseño en sí mismo no puede curar nada, pero tampoco podría hacerlo una vacuna si no dispusiéramos de una jeringuilla para inyectarla. Diseñarla forma parte de la solución, no es un valor añadido sino intrínseco en el desarrollo de cualquier innovación por el bien social”. Ramón Úbeda recoge éste y otros muchos ejemplos que sirven para poner en valor lo más fundamental, nuestra salud, que está en el otro extremo de lo decorativo y accesorio.
«Diseño y Salud» es el resultado de un trabajo de búsqueda para mostrar cosas que no conocemos y cómo el diseño puede ayudar a mejorar la atención médica. Rigurosa y disciplinar, también sirve para informar, advertir o prevenir. “Un proyecto que se gestó en plena emergencia sanitaria a causa de la pandemia, en encuentros siempre con mascarilla y en espacios muy ventilados, lo que nos hacía tener muy presente la importancia de la salud y la atención médica”, ha recordado Rafael Company, director del MuVIM.
«El buen diseño te puede salvar la vida”, y “los médicos también diseñan, aunque ellos no lo llamen así”. El jefe de exposiciones del MuVIM, Amador Griñó, recordaba que esta exposición se realiza en un museo que, precisamente, se asienta en los terrenos que ocupaba el primer Hospital General de Valencia, creado a partir del que fue el primer manicomio documentado de Europa.
Es la primera vez que se aborda la relación del diseño con la salud desde una perspectiva general y transversal. En forma de más de 500 ejemplos de, prácticamente, todas las disciplinas de la creatividad: diseño industrial, gráfico, infográfico, digital, publicitario, arquitectónico, de interiores, de moda o de automoción, que sirven para explicar, de una manera cercana y amena, que “el diseño es bueno para la salud”. Muchos de ellos firmados por diseñadores de renombre como Barber Osgerby, Yves Béhar, Piergiorgio Cazzaniga, Matali Crasset, Charles y Ray Eames, Benjamin Hubert, Piero Lissoni, Nendo, Satyendra Pakhalé, Raw Color, Giulio Ridolfo, Mario Ruiz, Philippe Starck y Tokujin Yoshioka, entre otros muchos.
«Probablemente nos encontremos ante una de las exposiciones con mayor ambición de todo el programa de València Capital Mundial del Diseño 2022. El carácter abierto, ocurrente y didáctico de esta muestra acercará a toda la sociedad cuestiones tan familiares y vitales como la salud y la búsqueda del bienestar. Algo que solo podía ocurrir gracias a la extraordinaria trayectoria de Ramón Úbeda en el campo de la creatividad, quien ha sido capaz de generar un relato tan ameno como repleto de información con el diseño como denominador común” reconocía Xavi Calvo. La muestra además permite ver por primera vez en España ideas tan destacadas como la Emergency Bike que ya rueda en pruebas por París, los proyectos solidarios de Not Impossible Labs y las Pure Plants, impresas en 3D con un nuevo material capaz de purificar el aire que respiramos.
Ramón Úbeda ha apuntado que nuestro país “cuenta con diseñadores especializados, instituciones importantes y empresas capaces de desarrollar productos innovadores en tecnología sanitaria”. Ha recordado que el diseño médico es una de las especialidades con mayor futuro, donde las ortodoncias o el diseño para el bienestar sexual ya se premian al mismo nivel que el mobiliario: Mambo ha obtenido este año el Premio Delta de Oro de ADI-FAD. En el ámbito de la comunicación visual hay estudios tan reconocidos internacionalmente como Morillas, que lleva seis décadas y tres generaciones trabajando para el sector de la salud, desde la Biodramina a la Telemedicina.
La muestra tiene entre sus objetivos promover que haya una especialidad del diseño orientada al sector de la salud, que ahora no existe, en las principales escuelas de nuestro país. “Diseñar un desfibrilador, por ejemplo, es mucho más difícil que proyectar una lámpara. Es menos glamuroso y no sale en las revistas. Ya es hora de darle valor”.
La exposición acaba con la proyección del documental The Hospital of the Future, realizado por OMA. Después de estrenarse en Matadero Madrid se pudo ver en la Bienal de Venecia. Esta es la tercera ocasión en que se muestra públicamente.
Diseño + Salud es un proyecto de València Capital Mundial del Diseño 2022 y el MuVIM que cuenta con el apoyo de la Diputación de Valencia y la colaboración del Ayuntamiento de València.