En 2010 Ana Milena Hernández Palacios y Christophe Penasse fundaron su estudio de diseño Masquespacio en Valencia con el objetivo de hacer algo diferente, «algo que nos llenara de orgullo y transmitiera nuestro afán por buscar la innovación en cada proyecto. Hemos tenido la suerte de trabajar en varios países del mundo, descubrir nuevas culturas y hacer nuevos amigos. Gracias a nuestro enfoque innovador para cada diseño, hemos sido galardonados con numerosos premios internacionales relevantes, junto a un continuo reconocimiento por parte de medios especializados en diseño, moda y tendencias de estilo de vida». Tras estos diez años, jalonados por mucho trabajo y mucho halago, ahora presentan su proyecto más personal, su Casa Estudio, ubicada en Poble Nou (Valencia) y realizada en un edificio de dos plantas que resume su trayectoria como diseñadores, mezclando los diferentes estilos que les caracterizan, «New Memphis, Art Déco y un poco de Futurismo», con una buena dosis de objetos creados por ellos y mucho color vibrante.
«Hace tres años decidimos comprar una casa. Aunque nuestra idea inicial era un apartamento en el centro de Valencia, nos enamoramos de las casas antiguas típicas valencianas que se encuentran principalmente en pueblitos alrededor de la ciudad. Por eso, cambiamos de opinión y comenzamos a buscar una de estas casas históricas cerca de Valencia para poder desplazarnos fácilmente», explican.
Sin embargo, la búsqueda fue muy ardua y llena de obstáculos. «Firmamos documentos para comprar una casa en cuatro ocasiones, pero debido a diferentes circunstancias, ninguna se concretó. Fue entonces cuando encontramos una casa única, en medio de la naturaleza, rodeada de hermosos árboles y con vistas increíbles… ¡nos hizo soñar! Pero después de seis meses gestionando la documentación, tampoco pudimos comprarla. En ese momento, nuestro sueño se derrumbó y estuvimos un poco desesperados. Aunque volvimos a buscar y, dos semanas después, encontramos una nueva casa. Entramos a verla y nos enamoramos inmediatamente. Le dijimos directamente al propietario que queríamos comprarla. La casa lo tenía todo: un entorno precioso, un buen tamaño para vivir arriba y trabajar abajo, mucha luz y las características típicas de una casa valenciana antigua de 1925».
«Nuestra intención siempre ha sido mantener la esencia del carácter histórico de la casa, respetando la belleza de su pasado. Al entrar a la casa, se aprecia cómo conservamos los originales pisos de mosaico hidráulico valenciano, junto con los rodapiés y el techo, en combinación con las paredes de ladrillo visto. Dado que aquí se encuentra nuestra oficina, añadimos un contraste de colores al carácter original. Creamos mesas utilizando una celosía similar a la de la fachada, combinada con madera de colores. Las cortinas con capas de diferentes colores tienen como objetivo aportar un toque de calidez al espacio», explican los diseñadores de Masquespacio.
Un paso más adelante en la casa se encuentra la sala de reuniones. Allí se vuelven a ver las cortinas con capas y la mesa con patas de celosía y tablero de madera, que conecta con los materiales de la oficina. «En esta área, sin embargo, utilizamos un microcemento de color en el suelo y una textura rugosa en algunas paredes. Estas dos últimas incorporaciones de materiales crean un punto de conexión con los materiales que usamos en nuestra vivienda, ubicada en el primer piso de la casa, ya que desde este espacio se accede a la cocina y la sala de estar».
Antes de subir las escaleras, está el patio interior, al final. Allí han creado un jardín interior que funciona como punto de transición entre espacios, «donde podemos tener un almuerzo familiar, hacer deporte o realizar una sesión de fotos de nuestros diseños, entre otras cosas».
En la casa de arriba, el interior proviene del juego de formas cuadradas, triangulares, circulares y semicirculares. «Estas recuerdan a nuestra época de diseño gráfico, aunque algunos visitantes también nos comentan que les evocan a la época en la que desarrollamos proyectos New Memphis. Aquí, también quisimos respetar la belleza de los detalles antiguos del edificio. Sin embargo, nuestra mano es más visible en la búsqueda de combinar una estética con un toque brutalista, reinventada con nuestro contraste de colores, materiales artesanales, texturas y formas», apuntan.
En la cocina/salón han creado un ambiente diáfano donde se reconoce inmediatamente el juego de contrastes de formas por los materiales utilizados. «Aquí buscamos materiales más sofisticados como mármol, aluminio, microcemento y azulejos hechos a mano. Por su parte, el mobiliario, diseñado íntegramente por nuestro estudio como parte de las colecciones Mas Creations, aspira a resaltar en todo momento sus texturas, formas, materiales y colores particulares. La explosión de colores es más fuerte en este espacio, pero también ofrece una sensación de frescura al ambiente. Cabe destacar la colección CONO, parte de la primera colección que diseñamos y produjimos directamente en nuestro estudio, utilizando impresión 3D en arcilla y terminada a mano. Con las cortinas, por otro lado, también añadimos un toque más de calidez al espacio, mientras que la escalera que conduce a la azotea de mantenimiento se conservó en su estado original».
Al salir de la cocina/salón, un pasillo conecta con una pequeña terraza. Un poco más adelante está el baño, que llama la atención por su toque de color amarillo creado con azulejos artesanales y la pared realizada con la tradicional técnica mediterránea del trencadís.
La pared acabada en cemento rugoso recuerda a la sala de reuniones de la planta baja y al carácter parcialmente industrial del edificio. Luego, a la izquierda, una cortina hecha a medida da privacidad a esta zona, mientras que se siguen viendo algunos elementos de sus colecciones de muebles. «Al final del espacio, está la joya de la corona: nuestro dormitorio, donde instantáneamente la cama en forma de bola con un toque de color flúor capta toda la atención. Esta cúpula que nos ofrece una desconexión total al final del día fue diseñada por nuestro estudio y fabricada con un robot 3D».
Al lado derecho de la cama, crearon una pequeña sala de televisión con más piezas de sus colecciones, mientras que al lado izquierdo está la sala de meditación con su toque rosa flúor.
«En resumen, el proyecto de nuestra casa representa muy bien nuestra trayectoria y el estilo artístico que hemos ido desarrollando durante todos estos años, desde los inicios gráficos que tuvimos, hasta un toque de New Memphis y un aire a veces futurista, siempre con el objetivo de mantener y respetar el estado original de la vivienda», concluyen.