El proyecto Renàixer, que quiere redefinir un nuevo modelo de falla que se cuestione la relación con su entorno urbano más inmediato, alcanza su ecuador con la propia celebración de las fiestas.
La plataforma creativa Trampolín, artífice de la iniciativa, se une al diseñador Diego Mir para llevar a cabo este experimento social en una falla del distrito marítimo, JJ Dómine-Port.
Tomando como punto de partida el propio origen de la falla, ubicada hace medio siglo en uno de los refugios antiaéreos del frente del Grao de Valencia, Diego Mir ha diseñado el monumento “Màtria”, que alude a los refugiados, en general, y a la figura materna como refugio atemporal.
El monumento ha sido elaborado completamente con madera y cartón, con el objetivo de llevar a cabo un proceso de diseño y creación de biomaterial con las cenizas resultantes de la «cremà».