Tienen 23 años, han estudiado Humanidades y se han montado una librería, poca broma. Ana Rubiero y Gerardo Dieterlen, al frente de Praxis, decidieron materializar la idea de tener una librería a raíz del desencanto con la institución académica. «Las ganas de aprender con las que llegas a primero de carrera se van sepultando entre clases tediosas». Ante esto decidieron volcarse en los libros como otra forma de instruirse. «La casa es de mi familia y disponíamos del bajo- explica Ana Rubiero- tenemos mucha suerte porque eso nos deja poder funcionar un poco al margen del mercado editorial, nos lo podemos permitir. Elegimos lo que queremos vender, eso no es muy frecuente». Tras un año y medio con la persiana subida, estos jóvenes libreros ya tienen agilidad con las distribuidoras y con las editoriales que más les interesa ofrecer en sus estantes.
Los libreros veinteañeros que son ‘la resistencia’
leer más