El arquitecto y fotógrafo de arquitectura Lluís Bort muestra en su último proyecto, titulado «Arquitecturas vacías», un trabajo fotográfico sobre algunos edificios y construcciones abandonadas a lo largo de la isla de Mallorca. Son las arquitecturas vacías y las segundas oportunidades.
«Estas construcciones, en muchas ocasiones, fueron edificadas para cumplir una función muy concreta y con el paso de los años quedaron obsoletas y olvidadas. Sin embargo, esto no quiere decir que ya no sirvan, sino que deberían tener la oportunidad de ser rehabilitadas para disfrutar de una segunda vida, dotándolas con un nuevo uso para sus vecinos y su entorno. Este trabajo no se quiere quedar meramente como un catálogo fotográfico, sino que quiere mostrar una solución a este problema tan común en todo el mundo», explica Bort.
«Esta posible solución podría ser la colaboración entre técnicos y Administración para redactar proyectos de rehabilitación que se puedan financiar mediante ayudas económicas europeas como los Fondos FEDER, que proporcionan apoyo financiero para el desarrollo estructural de las economías europeas. Además de la redacción de un Plan Director, el documento que estructura las estrategias y las fases de intervención del edificio y Jornadas de Participación Ciudadana con los vecinos, donde estos puedan expresar sus necesidades y sentirse partícipes de esos espacios culturales para sus ciudades y barrios. Así se podría conseguir darle una nueva oportunidad a cada uno de los edificios«, apunta el arquitecto.
Volviendo a su obra fotográfica, ésta recoge diferentes tipologías constructivas, desde un hospital que abandonaron al construir uno nuevo a las afueras de Palma; pasando por una fábrica textil en Sóller que fue uno de los motores económicos de la isla durante la Guerra Civil, cuando las tropas franquistas bombardearon el núcleo industrial de Barcelona; hasta la bodega de vino más grande de la isla, ubicada en Felanitx, que tras cuatro ampliaciones, cerró en los años 90.
Para unificar las diferentes tipologías en el proyecto se decidió, explica Lluís Bort, fotografiar cada edificio durante la hora dorada dependiendo de su orientación. «De este modo, cada uno se presenta como una joya arquitectónica sobre un cielo azul intenso y degradado que permite reflejar su belleza».
“Arquitecturas vacías” busca valorar estas construcciones que fueron muy importantes para la historia de Mallorca y que, en ocasiones, se ubican en localizaciones privilegiadas, donde tendrían muchas garantías de éxito si se convirtieran en nuevos equipamientos para las ciudades.
Este proyecto fotográfico comenzó en 2019, desde entonces, en alguna de las construcciones fotografiadas, se han iniciado trabajos de adecuación, «que esperemos que permitan recuperar el edificio y enriquecer la ciudad con nuevas ofertas culturales».
Bort quiere mostrar la oportunidad de rehabilitación de estas arquitecturas estratégicas y abandonadas del territorio mallorquín para nuevos usos como museos, salas de exposiciones o casales de barrio.
«Esto no es un caso aislado en el territorio mallorquín, sino que también pasa en el resto de España. El trabajo es simplemente una muestra de los centenares de edificios emblemáticos que hay abandonados en nuestro país y que, con las herramientas comentadas, podrían tener una segunda oportunidad», explica.
La exposición consta de una serie de 15 fotografías y se puede ver en el Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón hasta el 27 de septiembre. Durante el mes de octubre se expondrá en el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia.