Los que hacen las políticas, los que las piensan y los que las viven. Todos ellos han sido los protagonistas en la inauguración del Congreso de Políticas de Diseño que se celebra en el Palacio de Congresos de Valencia. Citas a Groucho Marx, Walter Gropius o Norman Foster han cuajado las intervenciones del Alcalde, el ministro de Cultura y el Presidente de la Generalitat Valenciana, Ribó, Iceta y Puig, respectivamente, que han sido, junto a Marisa Gallén, presidenta de Valencia Capital Mundial del Diseño, los responsables de comenzar este encuentro, donde Xavi Calvo, director de WDC Valencia, ha ejercido de maestro de ceremonias y en el que se van a citar las personalidades más importantes en el ámbito del diseño internacional. El director de la World Design Organization, David Kusuma, también ha intervenido en la sesión inaugural.
«En tiempos convulsos como estos, con nuevos retos no solo sociales sino también medioambientales, – ha indicado Joan Ribó -sabemos que la justicia social debe estar en el centro de las decisiones. Es ahí donde entra el diseño: son muchas las áreas donde este puede hacer más amable cada experiencia, facilitar la convivencia y afrontar las aspiraciones de las ciudades«.
«Que Valencia sea Capital Mundial del Diseño nos ayuda a acelerar esta transformación, a ser conscientes de que no vale únicamente con cuidar la cartelería pública o contratar a los profesionales a través de concursos públicos que cumplan estándares de profesionalidad, queremos que el diseño sea pieza fundamental de ese cambio. Estamos en el camino, con la creación del primer Consell del Disseny, que asesorará a todas las áreas de la administración local de forma transversal. Ese es el primer paso en la incorporación del diseño a las políticas comunes, pero también tenemos la primera guía para la contratación de diseño, en una plataforma online, y vamos a impulsar la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, que continuará el trabajo de la Capitalidad. Queremos seguir siendo capital mundial del diseño aunque el año acabe, no podemos dejar de hacer bien lo que ya se ha iniciado», ha señalado Ribó.
La diseñadora Marisa Gallén, como Presidenta de la Asociación Valencia Capital Mundial del Diseño, ha apuntado que «este congreso viene a enriquecer el año de la Capitalidad en torno al papel del diseño en nuestra sociedad: es necesario que los expertos nos ilustren para que podamos construir futuros en los que ciudadanos participen en ese diseño urbano con soluciones innovadoras para un espacio sostenible».
El ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha señalado que «el diseño hace más bonita nuestra vida pero también más cómoda. De eso saben mucho los diseñadores y no siempre los políticos seguimos sus consejos: este congreso quiere revertir eso. Serán importantes las conclusiones que aquí se saquen pero sobre todo lo serán si somos capaces de llevarlas a cabo. Valencia es tierra de diseñadores y ha marcado caminos que aún hoy son fecundos; diseños que resisten el paso del tiempo, … porque hubo un pensamiento y una creatividad, que trasciende generaciones».
Para concluir la inauguración, ha intervenido el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que ha citado al arquitecto autor del Palacio de Congresos. «Norman Foster ya decía que todo es diseño y la calidad del diseño influye en la calidad de nuestras vidas. Desde la moda hasta los carteles, el diseño ha sido un impulso definitivo en nuestras industrias. Sin diseño hoy no contamos: nuestras propuestas son invisibles sin él. Como decía Foster, todo diseño que no hagas tú se hará contra ti».
«El diseño nos ayuda a vivir mejor, debemos actuar en consecuencia. Atrás quedan los prejuicios contra el diseño, ya que ahora somos conscientes de que el diseño es lo que optimiza cualquier objetivo».
Puig ha mencionado al diseñador Kike Correcher, director del Congreso de Políticas de Diseño, quien dice que «el diseño encuentra salida a problemas«. Puig ha puesto ejemplos de esa importancia del diseño del espacio en las nuevas plazas de la ciudad, el impacto de la nueva movilidad y el urbanismo inclusivo y seguro.
«De las grandes conclusiones de este congreso, lo que ya hemos aprendido estos meses es la exigencia de políticas de diseño con esa filosofía de diseñar para un mundo real, más amable y más sostenible e inclusivo. El diseño es una disciplina tan social y tan política que tiene que servirnos para ayudarnos a todos a vivir mejor. Hay que integrar todo ese talento en las políticas públicas», ha concluido.
El congreso se estructura alrededor de cinco grandes temas en los que el diseño tiene una oportunidad para aportar soluciones: los planes de acción, la transformación de las ciudades, los cambios sociales, la educación y la propia promoción del diseño como herramienta necesaria para la sociedad.
Este encuentro también aporta una mirada hacia el Mediterráneo a través de una reflexión particular sobre cómo pueden impactar las políticas promovidas desde la New European Bauhaus en nuestro entorno más próximo.
Cada uno de estos paneles cuenta con la presencia de expertos internacionales en la materia como Ezio Manzini (presidente de DESIS Network), Alok Nandi (profesor de diseño, creatividad e innovación en el Institut Paul Bocuse), Hanna Harris (Chief Design Officer de la ciudad de Helsinki), Brandon Gien (CEO de Good Design Australia) o Anna Whicher (responsable de políticas de diseño en el Centro Internacional de Diseño e Investigación), entre otros.
El congreso se abrió con una conferencia de Carlos Moreno, promotor de la idea de las ciudades de los quince minutos, en la que reflexionó sobre los pilares de los necesarios cambios en las ciudades. El rediseño de los servicios de proximidad son la clave de esta nueva manera de vivir, no como magia sino como trayectoria, como política urbana que permita crear este ecosistema de la ciudad, de los actores y ciudadanos que forman parte de ella.
Anna Whicher, responsable de políticas de diseño en el Centro Internacional de Diseño e Investigación, se hacía eco del reconocimiento del valor del diseño por parte de los gobiernos, mientras que instaba a reflexionar con una demoledora sentencia: “El diseño cambia en todo momento ¿cómo podemos apoyar para que se profesionalice y avance con los grandes cambios y progresos?”
En el panel de discusión con el que se cerraba la jornada matinal del jueves, Francesco Molinari de designscapes.eu insistía en que “Debemos evitar publicitar el diseño en términos concretos, sino ver el diseño como resolución de problemas”.
Haciéndose eco de las palabras del presidente de World Design Organization, David Kusuma, que celebraba en la inauguración de uno de los Signature Events de València Capital Mundial del Diseño 2022 “cómo la ciudad se ha unido de nuevas maneras, consolidando su compromiso de impulsar no solo a la ciudad, sino también a la región a través de políticas e innovación impulsadas por el diseño”, Hanna Harris y Gisele Raulik Murphy comentaban en el panel de discusión II: Cambiar las ciudades a través del diseño la diferencia entre políticas de diseño, políticas para el diseño y políticas a través del diseño: “Las ciudades deben convertirse en lugares donde haya mayor comprensión y donde el aquí y ahora se unan con los planes a largo plazo. Cuando llevamos los aprendizajes a la calle es donde debemos intentar usar el diseño de forma potente”.
En “Repensar el diseño para el cambio social”, Ezio Manzini, presidente de DESIS Network y la profesora y consultora Brigitte Borja de Mozota trataban de ver alternativas positivas desde el diseño a “la crisis múltiple: medioambiental, social y política” en la que nos ha tocado vivir. “En medio de unas condiciones que se dirigen hacia un resultado catastrófico” tenemos “buenas razones para hablar de cambio, pero no es un cambio solo tecnológico. Es un cambio social, o mejor dicho sociotecnológico”. Y es que “Repensar el diseño es repensar la profunda filosofía de lo que somos como seres humanos”. Para ello, “ha llegado el momento de pensar si nosotros aportamos conocimientos nuevos a los proyectos, y qué conocimientos. Esto aplica a todos los seres humanos: todos somos diseñadores silenciosos”.
La conciencia del diseño cobraba protagonismo en el panel de discusión con el que se abría la jornada del viernes. Päivi Tahkokallio, CEO of Tahkokallio Design+, trataba de ampliar la mirada de los asistentes: “A menudo estamos centrándonos en el diseño, y esto viene a reflejar lo que decía Molinari: que no hay que intentar convencer a los demás sobre el diseño, sino mostrar los resultados que se alcanzan con el diseño. ¿Qué podemos hacer a nivel global? La proximidad funciona, pero es relativa. Cuando uno considera que ha entendido, cambiemos la perspectiva. Creo que esto es relevante si queremos tener éxito como comunidad que quiere cambiar las cosas”.
El Dr. Brandon Gien, CEO de Good Design Australia, demostraba que la unión hace la fuerza con el caso de su país. El consejo australiano, fundado hace más de 60 años, está formado por figuras de diferentes áreas, no sólo diseñadores, que ha tenido como resultado una estrategia totalmente revisada en el sector alimentación y cultura a través de la economía circular. “El buen diseño soluciona problemas, y el mejor diseño los evita”.
Mientras que con Design awareness: can we make it mainstream?, Alok Nandi, profesor de diseño, creatividad e innovación, convencía a su audiencia de que “no podemos generar experiencias, sino generar las condiciones para que se den las experiencias”. Según Nandi, estamos bloqueados en la dicotomía problema/solución: “Tenemos que ir más allá y entender las paradojas que se dan en nuestro contexto y recuestionar los sistemas”. Al fin y al cabo, «Diseño tiene que ver con crear interacción entre ficción, función y forma».
Como cierre final, Pradyumna Vyas de la organización WDO® concluía que los modelos de sostenibilidad y las políticas de diseño deben ir de la mano. “El público general tiene que conocer que lo que compran son productos sostenibles, y construir enfoques normalizados para abordar los problemas.”
En la misma línea se expresaba Leyla Acaroglu en la clausura del congreso. La provocadora de la sostenibilidad animaba a cambiar al sistema en favor de la economía circular, haciendo énfasis en la responsabilidad de los profesionales del diseño: “El diseño es la herramienta que ha creado también problemas, que está afectando al planeta, porque todo se focaliza en el consumo. Este año, desde el 22 de julio hasta el 31 de diciembre estamos comiéndonos los recursos del futuro. Es el día de la deuda del planeta. Los problemas del pasado están en nuestro presente, y nosotros como diseñadores debemos crear el futuro, crear sistemas regenerativos.”
«El resultado de este congreso y sus conclusiones deberían servir de estímulo para propiciar que en las políticas públicas el diseño tenga un papel relevante, desde la perspectiva del rigor y del buen criterio en su aplicación. Un resultado que puede modificar las políticas existentes, facilitando un legado en la gestión política, beneficiando a la comunidad del diseño y principalmente a la ciudadanía», concluían desde la organización.