Eduardo Arroyo, una de las figuras clave del arte contemporáneo español más reciente, es el protagonista de la exposición de la Fundación Bancaja, en su sede en Valencia, la primera que se realiza en España tras su muerte en 2018. Integrada por más de 80 obras, está llamada a ser una de las retrospectivas de referencia en la exhibición del artista internacional. En la presentación de la muestra ha estado presente Isabel Azcárate, viuda de Eduardo Arroyo.
El recorrido expositivo viaja por la trayectoria creativa de Eduardo Arroyo a lo largo de más de 50 años con piezas que van desde los años 60 hasta 2018, incluyendo El buque fantasma, la última obra en la que trabajó el artista antes de su muerte, inspirada en la composición de Richard Wagner conocida como El holandés errante.
La exposición, comisariada por Marisa Oropesa, muestra las diversas disciplinas que abordó Arroyo en su producción artística con presencia tanto de pinturas como de esculturas, dibujos y collages, que profundizan en sus dos etapas creativas: durante su exilio a París (1958-1976) y después del exilio tras la muerte de Franco (1976-2018).
Aspectos clave de su obra como su predilección por los grandes formatos, la vivacidad de colores, su inclinación hacia la neofiguración, la ausencia de profundidad espacial o el aplanamiento de la perspectiva, pueden apreciarse en la exposición gracias a un conjunto único de obras reunido con la colaboración de la Galería Marlborough, la Colección de Arte ABANCA, Colecciones ICO Madrid, Colección P. Arroyo, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco ARTIUM, Fundación Azcona y de colecciones particulares.
Entre las piezas que conforman la exposición se encuentra la obra El cordero místico, la interpretación personal que Arroyo realizó entre 2008 y 2009 del conocido políptico de los hermanos Hubert y Jan van Eyck.
El conjunto expositivo revisa las temáticas más presentes en la obra de Eduardo Arroyo, centradas en el ámbito social y político al comienzo de su carrera, pero también en la literatura, el cine, la historia o la música.
El recorrido por la sala permite conocer las imágenes más representativas de su iconografía, como los boxeadores, los deshollinadores, los toreros, las flamencas o las moscas. Su obra está marcada por la oposición clara y firme contra la dictadura franquista y la violencia, una postura que se refleja en su trabajo a través de la ironía y la crítica. Además, se aprecia su habilidad para descontextualizar los tópicos de la cultura española y su pasión por la escritura, que se atestigua no solo en extractos de sus textos presentes en la sala, sino también en los títulos de sus obras, que en muchas ocasiones cuentan con referencias literarias.
La muestra Eduardo Arroyo puede visitarse en la sede de la Fundación Bancaja en Valencia (Plaza Tetuán, 23) hasta el 23 de junio. Dentro del programa de mediación cultural y artística, la Fundación Bancaja ofrecerá talleres didácticos gratuitos vinculados con la exposición y dirigidos a escolares, personas con diversidad funcional, personas en riesgo de exclusión social y personas mayores, así como visitas comentadas para público general y grupos de la mano de un experto especialista en arte y mediación cultural.