Las primeras arquitectas en obtener su título en la Escuela de València fueron Pilar de Insausti y Cristina Grau en 1972. Ambas iniciaron sus estudios fuera de la ciudad pero se titularon en València. En esta escuela, en 1971, acabaron cinco arquitectos, ninguno de ellos era mujer.
Entre 1971 y 1980, lograron la titulación en València 36 arquitectas de un total de 584 titulaciones, es decir durante casi diez años, sólo el 6.16% de los egresados en València eran arquitectas.
Todos estos datos son parte del estudio que ha hecho un grupo de profesores de la UPV que participa en el I Congreso Nacional de Mujeres y Arquitecturas. Hacia una profesión igualitaria, que se celebra durante tres días, del 27 al 29 de octubre, en la plataforma virtual de la Fundación Arquia.
«No deja de ser sorprendente que la situación en España y, en particular en València, en los años 70, sea tan parecida a lo que sucede en otros países como Estados Unidos o Reino Unido: las arquitectas son menos del 2% de los arquitectos registrados, a pesar de que los números de mujeres estudiando Arquitectura hayan ido aumentando y las circunstancias de contorno hayan ido cambiando», explican.
Estos profesores son Eva Álvarez Isidro, Carlos Gómez Alfonso, Alba Soler Martínez e Inmaculada Sancho Baca y su ponencia en este congreso quiere recuperar la trayectoria de la arquitecta Cristina Grau a través de la voz de su hermano, Camilo Grau, también arquitecto, con el que trabajó conjuntamente en muchos proyectos.
Cristina Grau, arquitecta valenciana
Cristina Grau nació en València y estudió Bellas Artes en la Facultad de San Carlos (1963-66). Comenzó los estudios de Arquitectura en la Escuela de Barcelona ese mismo año y cursó un año en la Escuela de Madrid. Se tituló por la Escuela de Arquitectura de València en 1972, junto a Pilar de Insausti.
Desde el momento en que se tituló como arquitecta, Grau comenzó a trabajar en el despacho profesional familiar junto a su hermano, donde hizo diversas obras, entre las que destacan varias: seis institutos de EGB y BUP en Valencia (1975), el planeamiento urbano en los municipios de Moixent, Fuente la Higuera y Fontanars (1976), un bloque de viviendas en el barrio de Torrefiel (1976), el Palacio de Justicia de Elche (1978), el centro de protección de menores San Francisco Javier en València (1979) —hoy sede de la conselleria de Cultura y Educación—, un bloque de viviendas en la calle Polo y Peyrolón de València (1979), el Instituto Valenciano de Cinematografía en el edificio Rialto de València (1985) y el Teatro y Auditorio de música en Torrent (1992).
Es importante su participación en concursos, donde destaca su primer premio en el concurso nacional restringido de proyectos para la Sede Social de Altos Hornos en Madrid (1974), un concurso en el que participaron todos los grandes nombres del momento. Igualmente destacable es el tercer premio en el concurso nacional para la nueva sede del Colegio de Arquitectos de Valencia y Murcia (1976). En 1981, con Antonio Escario, los hermanos Grau acceden al primer premio de un concurso y se transforman en los arquitectos del Real Club Náutico de Valencia.
Cristina Grau también trabajó en el campo del diseño industrial y más concretamente en el de diseño de mobiliario: ideó para Martínez Medina S.A. los sofás Voluta y Dinámico, las mesas Raíz y Decó, además del sillón Presidente y de la silla Secretario.
Además de una extensa trayectoria profesional práctica, Cristina Grau escribió importantes trabajos teóricos sobre arquitectura. En 1984 obtiene el doctorado con la tesis El espacio arquitectónico en la literatura. A raíz de ese trabajo, publica el libro Borges y la arquitectura en 1989. En 1993, publicó el estudio La vivienda en España 1970-1990, el cual contó con diversas reseñas en la literatura especializada.
También se dedicó a la pintura. Su obra gráfica fue expuesta en exposiciones individuales en Valencia (1992, 1994), Miami (1993) o París (1994); o colectivas en FIAC de París en 1992, 1993 y 1994; en ARCO, Madrid, en 1993 y en Nueva York, en 1994.
Esta ponencia del congreso destacará los proyectos de la arquitecta que se enfocan en la rehabilitación y adecuación de edificios existentes para su transformación en sitios de uso público, un tipo de obra que junta la conservación de la memoria con el equipamiento de servicios para la ciudadanía, en particular, en los años de inicio de la democracia.
Entre ellos, destacan el Centro de Protección de Menores San Francisco Javier (1979), la rehabilitación del Palacio de Alarcón y reconversión en Juzgados en Xátiva (1983) y el Instituto Valenciano de Cinematografía, en el edificio Rialto de Valencia (1985).
«Estas obras, en el conjunto de la producción del estudio, muestran una particular sensibilidad por lo existente y por lo contemporáneo, incorporando una argumentación posmoderna que se pretende poner en contexto», explican los profesores de la ponencia.
I Congreso Nacional de Mujeres y Arquitecturas
A lo largo de estos tres días, del 27 al 29, se ofrecerán 63 ponencias en un total de 15 sesiones paralelas en los que se debatirá en torno a cinco temas clave.
Se reflexionará sobre las diversas asimetrías históricas que han existido la profesión de la arquitectura y se presentarán prácticas feministas actuales lideradas por mujeres arquitectas, así como pedagogías críticas que ponen en cuestión la tradicional y patriarcal manera de educar a las nuevas generaciones de profesionales.
Además de las ponencias, habrá conferencias invitadas de Isabelle Doucet + Helena Mattsson. Asimetrías Históricas; Rosan Bosch. Prácticas Feministas; Izaskun Chinchilla. Pedagogías Críticas; Sol Candela Alcover. Transversalidad Laboral; Nuria Moliner. Imagen Proyectada; e Itziar González Virós. Seminario Abierto.
Todo el programa está disponible aquí.
Este evento es resultado del proyecto de investigación «MuWo, Mujeres en la cultura arquitectónica (pos)moderna española,1965-2000», dirigido por arquitecta Lucía C. Pérez Moreno, profesora titular de la Universidad de Zaragoza.