Una ruta por la Valencia de Guastavino

1 diciembre 2021

por | 1 diciembre 2021

Rafael Guastavino tuvo una vida de película. Una extraordinaria vida de película que empezó en València, en 1842, y terminó en Asheville (Estados Unidos), en 1908. Y, entre una fecha y otra, hubo todo tipo de peripecias personales y más de mil espacios icónicos diseñados en la ciudad de Nueva York y en otros lugares de los Estados Unidos.

Tras haber permanecido años siendo una figura desconocida, en la actualidad hay varios libros biográficos que recuperan su vida y su obra y hasta un estupendo documental de esos que hacen Eva Vizcarra y su equipo.

Bien, pues ahora la memoria de Guastavino, conocido como «el arquitecto de Nueva York», también contará con una ruta en Valencia que recorrerá los lugares vinculados a su vida en la ciudad. «El objetivo de esta ruta es doble: por un lado se pretende poner en valor su figura en la ciudad que le vio nacer; y por otro, se quiere mostrar al público la Valencia que conoció Guastavino durante su infancia y juventud y que tan determinante iba a ser en la forja de una personalidad inigualable«, explican desde CaminArt, la empresa que pone en marcha esta iniciativa.

«Contemplar el punto exacto donde se alzaba la casa en la que nació; el lugar en el que vivió hasta su marcha a Barcelona; descubrir dónde realizó sus primeros estudios; o analizar la otra historia que hay en los singulares edificios que le sirvieron de inspiración para su exitosa carrera en EEUU, son algunos de los secretos que esconde esta ruta. Durante el recorrido descubriremos también los profundos e importantes cambios urbanísticos y sociales que vivió la ciudad a mediados del siglo XIX y de los que Rafael Guastavino fue testigo directo», apuntan.

Una vida extraordinaria

Guastavino se formó en la Escuela de Maestros de Obras de Barcelona, allí hizo sus primeras construcciones antes de salir hacia Estados Unidos huyendo de España, acompañado de su amante y de su hijo de nueve años, tras haber participado en una estafa de pagarés; llegó a Nueva York sin saber inglés; se arruinó en 1884; y alcanzó después el éxito gracias a la utilización de su patente de un sistema de construcción de bóvedas derivado de la tradición mediterránea, conocido como bóveda tabicada.

Constituyó la compañía Guastavino Fireproof Construction Company, con la que participó en las obras con el diseño y la elaboración de las bóvedas. Edificios emblemáticos de la ciudad de Nueva York como Grand Central Terminal, la catedral de San Juan el Divino, Carnegie Hall, el Museo Americano de Historia Natural, City Hall o el Hospital Monte Sinaí, contaron con su construcción. Tras su muerte, en su necrológica, The New York Times, lo calificó como “el arquitecto de Nueva York”.

Rafael Guastavino murió en 1908, pero su hijo, Rafael Guastavino Expósito (1872-1950), el niño que llegó a NY con 9 años de la mano de su padre, aprendió desde adolescente la misma técnica constructora y empresarial del padre. Guastavino Company cerró sus puertas en 1962 con un recorrido de 73 años de existencia y con su intervención en más de mil proyectos en Estados Unidos.

 

New York City Hall, estación de metro construida por Guastavino.

Bóvedas de Guastavino en la Universidad de Harvard (EEUU).

Grand Central Station (N.York, EEUU).

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