Muchas calles, pocas mujeres

19 octubre 2021

por | 19 octubre 2021

A diferencia de Madrid o Barcelona, València dedica casi la mitad de los nombres de sus calles a la gente. Pero solo el 4,5% del callejero referido a personas está asignado a mujeres, es decir, de las 3.415 calles de la ciudad, solo 143 llevan nombre de mujer y, de ellas, 35 se refieren a la Virgen María.

Estas son algunas de las conclusiones que la diseñadora Pénélope Delaur acaba de publicar en un libro-índice, «Las mujeres en la calle» (éditions pépé), donde propone una nueva mirada sobre la ciudad, situada en un punto intermedio entre el urbanismo, la historia y el feminismo, y en el que recorre el callejero de València para hacer un repaso a las mujeres que han dado su nombre a los rótulos de las calles.

La Ville-aux-dames (La ciudad de las damas), en el centro de Francia, menciona la autora, «hace honor a su nombre: en esa ciudad todo está rotulado con nombres de mujeres». En València, solo el 4,5% de las calles les rinde homenaje, mientras que el 43,3% de las calles lleva nombres de hombres. «Esta discriminación de genero en lo urbanístico es muy habitual: en París (2,6%), Roma(3,9%) y Berlín (5,5%), por citar algunas ciudades, las mujeres están infrarepresentadas. Las vías de nuestra ciudad informan acerca de una herencia incompleta y androcéntrica», explica Delaur.

«Soy francesa, vivía en París y me mudé aquí el año pasado. Soy diseñadora gráfica y quería trabajar en un proyecto de libro sobre la cultura local. Era una manera, para mí, de descubrir la ciudad, su historia y sus tradiciones, que no conocía aún. Quería diseñar un libro con una forma de índice o registro porque me apasionan ese tipo de publicaciones. Así empecé a estudiar el callejero de Valencia y me di cuenta de la proporción tan pequeña de calles dedicadas a mujeres. Me enfoqué sobre este tema y, en un segundo, mi curiosidad histórica y cultural había cambiado a un libro feminista y educativo», cuenta la autora.

 

 

Nuevos referentes

Una investigación anterior a esta, elaborada en 2001 y de carácter nacional, referida a trece ciudades españolas, «Calle de mujer, escenarios urbanos para mujeres», ya se planteaba la escasa presencia de mujeres en el callejero y que las que aparecen, en su mayoría, son santas y vírgenes.

«Para las niñas jugar en la plaza de Pilar Miró o salir por la calle Victoria Kent les servirá de referente, de modelo. Pondrán jugar a imaginar que de mayores van a ser directoras de cine o luchadoras políticas». De esta manera, como explica la antropóloga y catedrática Teresa del Valle, «los cambios que se lleven a cabo en el nomenclátor actuarán de manera positiva en la memoria social al proporcionar nuevas referencias».

«Una de las formas de conocer nuestras ciudades ha de ser a través de los nombres de sus calles, éstas han sido parte de la evolución visual de nuestros espacios. Unas se han mantenido, otras se han creado, otras se han rehabilitado, otras se han peatonalizado, otras han perdido importancia, otras la han ganado. Pero todas ellas se han creado o modificado en función de las nuevas necesidades de la población. Son la historia evolutiva de una ciudad», explica.

 

Los barrios históricos

El libro de Pénélope Delaur detalla que los barrios históricos de València, el centro y los poblados marítimos, agrupan más de la mitad de las calles dedicadas a mujeres. También observa que estos distritos tienen una toponimia particularmente católica.

La Reina María Cristina de Habsburgo- Lorena es la única mujer que nombra una avenida, lo demás son calles que no superan, de media, los doscientos metros. La calle de la Reina es la única que mide más de un kilómetro y la plaza de la Reina es la más grande referida a una mujer.

La Virgen, las santas y las pedagogas

La iglesia católica está omnipresente en la toponimia de la ciudad de València, que dedica la mitad de sus calles de mujer a las religiosas, y de ellas, el 90% alude a la Virgen María. La segunda categoría más numerosa es la de las mujeres profesionales reconocidas por su labor, sobre todo en la educación. «Esto es singular de València, en otras ciudades como Madrid o Barcelona solo el 3% de las mujeres representadas formaban parte del sistema educativo», explica Delaur.

Para la autora, «el deseo del Ayuntamiento de enmendarse y reequilibrar el callejero de València es incontestable. Es decir, dedicar más calles a las mujeres, especialmente en los barrios recientes y periféricos, posiblemente calles más largas, incluso avenidas».

«Me encantaría que el Ayuntamiento propusiera un directorio toponímico de mujeres que fuera más moderno e inclusivo, es decir que se interesara por mujeres más laicas y menos convencionales. Por ejemplo, en las calles de València no ha sido reconocida ninguna mujer negra, ninguna deportista profesional ni ninguna mujer que siga viviendo. Los rótulos femeninos dedicados a mujeres que han trabajado en un mundo tradicionalmente masculino son pocos y, de todas las mujeres españolas e internacionales denominadas, hay pocas que sean exclusivas de una sola ciudad», señala Delaur.

«Creo que es importante que València demuestre curiosidad e interés sugiriendo rótulos más originales porque seguro que, a la Historia, no le falta diversidad. En 2016, el Ayuntamiento anunció que iba a enriquecer su callejero con un listado de 44 nombres de mujeres, de los que la mitad no han sido inaugurados aún. ¡Y eso que hay mujeres tan interesantes como María Mercedes Maestre Martí, una médica valenciana, o Mari Pepa Colomer, la primera piloto de la aviación española!», explica.

«Me he mudado en València hace poco tiempo así que sigo descubriendo la ciudad. Me encanta darme un paseo por sus barrios porque cada día me enseñan algo sobre la cultura valenciana. Cuando camino por las calles siempre me pregunto quiénes son las personas que han dejado sus nombres a los rótulos de la ciudad».

«Es verdad que muchas calles de València están rotuladas indicando la profesión (más que en otras ciudades), y eso es interesante porque al menos te da la primera pista sobre quién era esa persona. Pero me gustaría que apareciera más información, que la cultura y la historía estuvieran disponibles para todos de manera sencilla y lúdica. Ese es un proyecto que voy a presentar al Ayuntamiento: realizar una adaptación del libro y convertirlo en una instalación a gran escala de carteles biográficos que se pondrían en las 143 calles y plazas valencianas dedicadas a mujeres«, concluye Pénélope Delaur.

El libro está editado en tres idiomas. Las traducciones de los textos han sido realizadas por Mora Ojea y Mark Yareham.

Fotografía: Daniel Santoro Civantos.

 

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