La artista Yasmina Benabdelkrim (Valencia, 1990) inaugura Aguas Internacionales, «un espacio líquido concebido como territorio fértil para la libertad creativa». Situado en el barrio valenciano de En Corts, nace para acoger ideas en movimiento, producciones visuales y proyectos ad hoc. El primero de ellos es Vectors, una exposición efímera comisariada por Studio Torbina en colaboración con la galería parisina SM Bureau, con una selección de diseño coleccionable de ámbito local, nacional e internacional.

Retrato de Yasmina Benabdelkrim.
Esta muestra colectiva marca el inicio de este espacio, el proyecto más personal de Benabdelkrim —valenciana de ascendencia argelina— y culmina una trayectoria vital y creativa entre París, Nueva York y México. «Es un lugar que quiere añadir una pizca de libertad creativa a València. Aguas Internacionales se siente como casa: casa porque es agua, casa porque es internacional, de ningún sitio y de todos a la vez, del mundo», explica su fundadora.
Emplazado en una antigua nave industrial, Aguas Internacionales se ubica en el barrio de En Corts, cuyo nombre proviene de una fuente histórica: la Font d’En Corts. Desde el siglo XV, a sus aguas se les atribuían propiedades curativas, tanto al beberlas como al bañarse en ellas. Según los historiadores, no era raro que los velluters —artesanos de la seda— acudieran a ella para aliviar los callos de las manos.
Como una continuidad de aquella historia, el espacio es el resultado tangible de tres años de trabajo de Benabdelkrim junto a artesanos locales —arquitectos, ceramistas, carpinteros y herreros—, codiseñando cada elemento en un diálogo entre su experiencia en entornos creativos y las manos expertas que preservan los oficios tradicionales. «Antes de inaugurar, ya ha hecho honor a su nombre: para crearlo, han sido indispensables amigos y profesionales de múltiples nacionalidades, historias de vida y sectores; sin ellos, Aguas Internacionales no habría sido posible», añade.
El proyecto Vectors estrena el espacio
En una exploración de los límites entre arte, diseño y arquitectura contemporánea, Vectors refleja el buen hacer del diseño coleccionable dentro y fuera de nuestras fronteras.
La muestra reúne una cuidada selección de artistas a cargo de Polina Torbina, de Studio Torbina, entre ellos los valencianos Adrián Salvador Candela, Ángel Tausía, Canoa Lab, Claudia Pastomas, Cuatro Cuatros, Estudio Savage x Sara Sorribes, Jordi Iranzo, Malva Office, Marta Marco, Ovidi Benet, Pablo Bolumar x OVEN, Pattern Chineso y Vicent Orts.

Pieza de Ovidi Benet.
La exposición incluye también obras de creadores nacionales e internacionales, como _alx_lntv, Ayse Habibe Kucuk, Blessed Eye Studio, Elena Rocabert, Elis Monsport, Eng Piplard, Gosha Onje, Laetitia Jacquetton, Lola Mayeras, Lucas Cambier, Morgane Pasqualini, Nicolas Zanoni, Oikos Estudio, PEF, SashaxSasha, Sheyang Li, Sofia Karnukaeva, Studio Torbina, Teget, Thomas Noui, Ulrike Zerzer, Wendy Andreu y Zoe Wolker.
Todos ellos se adscriben a una corriente situada entre el arte y la funcionalidad: en lugar de producir en masa, crean piezas únicas o en series muy limitadas, pensadas para ser coleccionadas como obras de arte. Es lo que también se conoce como design art.

Pieza de Vicent Orts.

Pieza de Canoa Lab.
«Esta muestra traza nuevas direcciones en el diseño coleccionable a través del ensamblaje, la transformación y la narración material. Arraigadas en el diálogo con el espacio y la luz, las obras activan su entorno tanto como su propia presencia material», explica Polina Torbina, comisaria y fundadora de Studio Torbina.

Polina Torbina, comisaria de la muestra (Foto: David Zarzoso).
Con artistas y diseñadores de todo el mundo, la exposición se inspira en el potencial disruptivo de las técnicas de ensamblaje, al tiempo que adopta formas minimalistas y depuradas que destacan por su claridad, precisión y equilibrio. «Los elementos transparentes —como el vidrio— dialogan con la luz, proyectan sombras, la refractan y extienden las piezas hacia su entorno de manera sutil y efímera. Los materiales comunes se reinterpretan y cobran nuevos significados. Así, la cerámica irrumpe con fuerza: no solo como guiño a las tradiciones artesanales de València, sino también como un agente contemporáneo de textura, fragilidad y permanencia», apunta.
Aguas Internacionales es un espacio para ideas en movimiento, donde su creadora, exestilista de moda, reconecta con parte de sus raíces. Fiel a su nombre, se presenta como un oasis —o un no-lugar— en el que confluyen culturas, bagajes y formas de expresión.













