València ha acogido estos días ‘Future of Fashion’, un gran foro dedicado a la transformación de la industria de la moda internacional: desde una perspectiva sostenible, poniendo en valor el consumo moderado y la búsqueda de modelos productivos más conscientes.
La combinación entre desaceleración y creatividad aplicada al cambio ha sido una de las grandes soluciones durante las dos jornadas en las que se ha desarrollado el evento.
El cartel de ponentes lo abría Natalia Culebras, al frente del departamento de sostenibilidad de la línea masculina de Dior, aportando una mirada tan personal como corporativa sobre su dilatada experiencia. Para la profesional —que ha trabajado desde hace más de dieciséis años en la maison perteneciente al grupo LVMH— la cooperación entre departamentos y la concepción del diseño como un proceso productivo y no solo creativo, han sido dos claves con las que aplicar soluciones a escala global dentro de la marca. «Nuestro objetivo último en Dior es que no deba existir un departamento específico de sostenibilidad», explicaba durante su ponencia. «Los diseñadores y diseñadoras somos la primera pieza para poder elegir nuevos caminos: somos la llave».
La primera jornada contó con una equilibrada mesa redonda, moderada por el periodista y maestro de ceremonias Vicente Gallart, en la que activistas y empresas acercaron posturas para reclamar el concepto de sostenibilidad como un término que debe velar no solo por el entorno natural, sino también por el bienestar social de trabajadores y trabajadoras, tal y como ha destacó María Prandi, de Business and Human Rights.
«La solución fácil es no comprar. La solución larga es escribir cartas a las empresas para reclamar información y transparencia», según Mimi Martínez, portavoz de Fashion Revolution España, que también realiza talleres para niñas y niños sobre las consecuencias de la industria textil y la importancia de conocer el origen de las prendas.
Para Carmen Silla, responsable de marketing de la empresa valenciana Jeanologia, la solución podría pasar por «una legislación que homogeneice los mínimos exigibles a nivel de producción en las distintas partes del mundo». Jeanologia es responsable de que más de un tercio de todos los jeans del planeta hayan cambiado su proceso productivo y reducido drásticamente su impacto ambiental, gracias al uso de la tecnología láser. La propia Natalia Culebras pondría en valor durante su ponencia la colaboración de Dior con la revolucionaria empresa proveedora.
Por su parte, Euri Nácher (vocal del Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar — IVEFA) puso el acento en la importancia de la educación de consumidores y consumidoras respecto a las implicaciones del conocido como fast fashion, ofreciéndoles información y consciencia acerca de cada prenda que compran. Además, abogó por una visión empresarial regida por el ADN y no por una ambición de ofrecer continuamente nuevos productos o líneas de negocio. Para ella, eso también es sostenibilidad.
La primera jornada se completó con la experiencia de Pyratex, quienes hoy están revolucionando la oferta textil gracias al uso de biomateriales para la confección de nuevos tejidos; nuevas propuestas respetuosas con el entorno y las personas que las utilizan, asegurando al tiempo funcionalidad y estética. El escenario se ha convertido en un gran showroom de muestras en el que ver, tocar y explorar, capaz de despertar el interés y la presencia de todo el auditorio en el estrado al cierre de la jornada.
«Mi idea era crear una marca que ofreciese tejidos funcionales en armonía con la naturaleza. Cuando entré en este mundo no sabía nada de la industria, pero sí que el 85% de microplásticos que flotan en el océano proviene de la industria textil», aseguró durante su intervención Regina Polanco, fundadora de la marca, que confirmó que ha colaborado con institutos textiles valencianos.
Términos como dead stock o «tejidos inutilizados», cadenas de suministro, ecodepresión… se han repetido a lo largo de todo el congreso. En la mayoría de los casos desde una perspectiva constructiva y alejada del pesimismo. El diseño, como disciplina, se ha identificado como una herramienta realmente catalizadora de cambio: teniendo en cuenta desde su potencial creativo hasta su vinculación con el proceso productivo.
Concienciación y pragmatismo para asegurar la transformación
La segunda jornada de ‘Future of Fashion’ comenzó con la ponencia de María Fernanda Hernández Franco, responsable de sostenibilidad de LuisaViaRoma, empresa que ofrece moda multimarca en Florencia desde 1929, un ejemplo de cómo un proyecto familiar puede escalar internacionalmente a través del digital, pero también ser parte del cambio hacia un consumo más responsable. Una intervención que brilló por la didáctica, la visión humanista y el equilibrio perfecto entre datos y recomendación de buenas prácticas. Hernández Franco hizo hincapié en cuestiones llamativas como que actualmente «se fabrican 100 billones de prendas al año a escala global, a pesar de que ‘únicamente’ son 8 billones las personas que habitan el planeta, o que el algodón es uno de los materiales que necesitan una mayor cantidad de pesticidas y de agua de toda la industria textil».
Sus soluciones propuestas durante ‘Future of Fashion’ han pasado por ofrecer la mayor cantidad de información a consumidores acerca de cómo cuidar y mantener las prendas ya adquiridas, aportar valor comunicativo a aquella ropa que potencie las buenas condiciones laborales de quienes confeccionan, la circularidad en materiales, el bajo impacto ambiental o el lujo artesanal, entre otras.
En palabras de María Fernanda, «lujo o slow fashion precisamente debieran ser conceptos sinónimos, representando a un estilo atemporal, con productos que se quieran mantener a través de generaciones».
Otra de las experiencias más pragmáticas del congreso llegó con la intervención de Mónica Rodríguez, CEO y fundadora de la empresa Recovo (dedicada a la creación de un marketplace específico para la reutilización de residuos y excedentes textiles inutilizados). Su ponencia puso en valor el hecho de ofrecer datos de impacto de cada iniciativa desarrollada en positivo. Entre diversas prácticas, creen firmemente en informar al profesional de los litros de agua invertidos, las emisiones de CO2 y el uso de ácidos ahorrados en la confección de cada tejido propuesto por su plataforma.
Rodríguez recordó al auditorio que siete son las «R» que conforman el glosario de buenas prácticas en moda sostenible: reducir, reutilizar, reparar, reaprovechar, recuperar, reciclar y rediseñar. En su caso, desde Recovo por el momento consiguen reutilizar, reaprovechar y reciclar, aunque ha aseverado que su visión es llegar a todas.
La clausura del congreso llegó con la modelo, actriz y activista climática de origen británico Lily Cole, con una conversación con la consultora de moda Enrica Ponzellini, que tras décadas en Vogue Italia y Prada se ha establecido en Castellón. El broche de oro se extendería a lo largo de una hora en la que ambas figuras fueron capaces de inspirar emocionalmente a la audiencia.
«Sobran los motivos y los proyectos para ser optimista», sentenció Cole. «Necesitamos encontrar un equilibrio entre proyectos genuinamente minimalistas, que nos hagan volver a un consumo mínimo, y proyectos basados en tecnología verde e innovación».
Como último aprendizaje, para Lily Cole no debiera ser necesario «separar la economía y la industria de las acciones sociales. Los valores deben estar presentes en cada movimiento que dé una empresa». Cole, que también tuvo palabras para su mentora, la desaparecida Vivienne Westwood, no dejó de recordar el potencial de las disciplinas artísticas para concienciar y empujar los límites hacia cambios culturales, sociales y —en este caso— una mayor sostenibilidad en la industria.
«Llevamos unos veinte años hablando de sostenibilidad en moda, y parece que ha habido un cambio de tendencia: antes era una conversación muy nicho, quizás un poco caricaturizada. Pero ahora muchas marcas adoptan esta conversación como oportunidad y desarrollan propuestas que están demostrando un verdadero cambio cultural».
La apertura del congreso contó con la intervención de Vicent Martínez (presidente de la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, entidad organizadora del congreso), Patricia Moreno (comisaria), José Luis Moreno (concejal delegado de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales del Ajuntament de València) y Felipe Carrasco (secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana).
‘Future of Fashion’ es una plataforma para la creación, la experimentación y el intercambio de conocimientos en torno a la transformación de las industrias de la moda a partir de seis temáticas principales: materias primas; diseño; cadena de suministro; producción; consumo y residuos; emisiones y biodiversidad. Su alcance se extiende con un programa de dos días, dirigido al público general con sensibilidad por la temática y figuras empresariales del sector. Desde su edición en 2023, el congreso está comisariado por la periodista y experta en comunicación de moda Patricia Moreno, como un proyecto legado del programa oficial de València Capital Mundial del Diseño 2022.