Explicaba Josep Sorribes en el libro de Vicent Molins ‘València, el relat d’una ciutat’ (Drassana Libres), que su forma de descubrir la urbe fue rocambolesca (con Vicent Soler, Ernest Lluch y Francesc Roca por medio), pero tuvo que gustarle mucho la historia porque en ella estuvo toda su vida profesional, investigando sobre procesos urbanos y enamorado del territorio. El profesor e investigador fallecía ayer en Valencia a los 72 años.
Sorribes (València, 1951-2024), pionero en los estudios de economía regional urbana, ejerció de profesor en la Universitat de València y dedicó su carrera a analizar e investigar la historia y la situación de la ciudad de Valencia y su área metropolitana.
Muy querido por sus alumnos, también tuvo un periodo profesional en el que dejó de lado la universidad y fue mano derecha del alcalde Ricard Pérez Casado en un momento decisivo, entre 1983 y 1988, en el que Valencia tomaba forma. En ese tiempo, en el que Sorribes estuvo vinculado al gobierno local, se materializó el Jardín del Turia como lo que es hoy, uno de los parques urbanos más grandes Europa, sorteando la fatal posibilidad de convertirse en una autopista urbana.
Autor de libros imprescindibles para conocer la ciudad en toda su complejidad, Josep Sorribes fue un defensor de la existencia de un órgano metropolitano que facilitara esa vertebración entre la ciudad y los municipios colindantes, un órgano que él consideraba decisivo para articular políticas de vivienda coherentes y relaciones urbanas mejores para todos.