Hoy toca hablar de clásicos. De un clásico. Me refiero a la estantería La Literatura, de Vicent Martínez, cuya primera versión (la negra con las ruedas rojas, mi favorita) apareció hace justamente cuarenta años.
Para evitar los tópicos, lo ya dicho una-y-otra-vez-mil-veces –y de paso, apuntalar la condición de “clásico” a la que acabo de aludir–, me serviré, para empezar, de una ilustración que Juli Capella llevó a cabo con motivo de otro aniversario (el del trigésimo de nuestra estantería juguetona) para contextualizarla. En ella, como podrán observar, La Literatura aparece rodeada de lo que Juli Capella dio en llamar “Clásicos 1985” del diseño mundial. Esto es: la cafetera La Cupola (Alessi), de Aldo Rossi; la butaca Costes (Driade), de Philippe Starck; la silla Zabro (Zanotta), de Alessandro Mendini; la silla Varius (BD), de Óscar Tusquets o la lámpara de mesa Flamingo (BD), de Alvaro Siza. Piezas clásicas (que no “icónicas”, ay) todas ellas, como habrán podido comprobar.
De igual modo, Philippe Starck incluyó La Literatura en uno de aquellos anuarios internacionales del diseño tan en boga por aquel entonces junto a otros diseños de Enzo Mari o Vico Magistretti. Mi colega Guy Julier, por su parte, hacía lo propio en su ya canónico estudio titulado Nuevo diseño español, publicado en 1991. Por si fuera poco, La Literatura ha lucido en escaparates tan destacados como los de Conran Shop en Londres, o los de la ya desaparecida tienda Vinçon en Barcelona. Queda claro, pues, que la aparición de La Literatura de Vicent Martínez ni fue flor de un día, ni pasó desapercibida.
Instalación La Literatura en Cosín Estudio años 90.
En España, y todavía mediada la década de los 80, todo estaba por hacer en lo que se refiere al diseño de producto. Las políticas –esto lo hemos dicho en otro lugar– que impulsaron Ernest Lluch y sus discípulos (Andrés García Reche, Vicent Soler, Segundo Bru, entre otros), y que dieron de sí el IMPIVA a comienzos de la mencionada década, permitieron este tipo de hallazgos que han servido, luego, para apuntalar carreras (la de Vicent Martínez a propósito de La Literatura, verbigracia), o aun empresas del sector, como Punt Mobles, hoy en otras manos.
La Literatura, como buen clásico, se ha ido adaptando a los tiempos. En la última edición del Mobile de Milán se presentó la última de sus versiones: La Literatura Garden. Larga vida, pues, a nuestro clásico más moderno.