Hace unos días abría sus puertas ‘El Piset’, un espacio del Colegio de Arquitectos de Valencia destinado a los profesionales más jóvenes. Ese lugar, del que puedes leer más aquí, se estrenaba con una imagen gráfica ad hoc nacida de un concurso exprés organizado por ETSA-TOPIA, el Festival de Arquitectura y Diseño de los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de València. El concurso lo ganó el colectivo ‘Fraguando ideas’, compuesto por Paula Camacho, Vicent Mas, Josep Moll y Adriana Prados.
Los miembros del colectivo ‘Fraguando ideas’, tras ganar el concurso, junto a Marina Sender, presidenta del CTAV.
Los cuatro miembros son estudiantes de tercer curso de Fundamentos de la Arquitectura y amigos desde primero de carrera. «Todos tenemos un recorrido curioso: Josep, nacido en Menorca, es graduado en Ciencias Políticas por la Pompeu Fabra; cuando terminó la carrera se decidió a estudiar Arquitectura, su sueño desde pequeño. Vicent estudió Arte Dramático, pero su vida dio un giro de 180 grados al hacer la matrícula en primero de Fundamentos de la Arquitectura, en vez de en segundo curso de Arte Dramático. Paula, nacida en Benidorm, siempre supo que quería estudiar Arquitectura así que, de los cuatro, es la que más claro tenía su camino. Yo estudié Bachillerato de Artes en Logroño, mi ciudad natal. Un poco perdida y abrumada por tantas opciones, mi profesora Rocío, arquitecta, me guio hacia este camino tan técnico como artístico que es la Arquitectura», apunta Adriana Prados, quien ejerce de portavoz del equipo y explica, a continuación, las pautas que han seguido para realizar este diseño.
Fotografía realizada durante el proceso de producción de ‘El Piset’.
Pensar rápido
Toda la imagen de marca nace del trabajo realizado durante las tres horas que duró el concurso. Nada más nos anunciaron el briefing, mi lápiz se movía dirigido por mi mente: la curva tan prominente del sofá sería la que uniría las letras del logotipo. Así dibujé el primer boceto, aun cuando ni nos habíamos sentado en la mesa.
Comenzaron tres horas frenéticas de ideación, desarrollo y maquetación. Decidimos que la idea inicial era la que más se adaptaba al espacio y fue este logotipo, junto con un isotipo, el que presentamos finalmente.
Nuestros conocimientos en indesign, illustrator y Photoshop fueron claves para poder ser eficientes con el poco tiempo que teníamos.
Nuestra imagen resultó ganadora, y después de un par de días de euforia y celebraciones, tocaba volver a ponerse manos a la obra. Optamos por el color naranja de la tapicería que articula toda la sala para así hacer la identidad coherente con todos los elementos del espacio, no solo con el mueble.
La S curva inspirada en el sofá es la columna vertebral del grafismo. La usamos tanto en los identificadores de las mesas, como en las tarjetas de acceso y el logotipo. Para nosotros era importante diseñar algo flexible, que otras personas pudiesen utilizar cuando fuera necesario y darle distintos usos.
Uno de los espacios de ‘El Piset’, con la parte textil inspiradora de la imagen gráfica.
Así, por ejemplo, las tarjetas de acceso son un elemento útil a la hora de usar el espacio de El Piset, disponible para todos los colegiados del CTAV y CTAV Jove a través de una aplicación de reservas web, en la que se puede reservar cada una de las entidades de la sala (8 mesas de trabajo y una mesa de reuniones) para las que también diseñamos sus identificadores con la curva de la ‘s’ y unos números diseñados por nosotras.
La tipografía
La tipografía, de creación propia, se inspira en una fuente clásica del diseño gráfico: Avant Garde. De ella toma el carácter juvenil y desenfadado que le otorga la no serifa. Optamos por un peso medio para darle potencia pero no demasiado desenfreno, ya que el juego de letras ya hacía el logo joven y vibrante.
La unión de los tres últimos caracteres del logotipo surge a través de la curva sinuosa del sofá que define el espacio. Esa unión simboliza el acercamiento entre generaciones y profesionales que pretende conseguir este espacio de trabajo conjunto; en el que jóvenes y no tan jóvenes compartirán conocimientos y espacio.
Un trabajo real de identidad gráfica
Pese a no ser el primer trabajo de ninguno de nosotros, todos hemos tenido experiencias laborales fuera de nuestro campo, sí es el primero relacionado con la Arquitectura. Todo ha ido fluido y natural, como si hubiésemos estado preparándonos para esto. Ha ayudado mucho tener a profesionales como Júlia Martínez y Carlos Tomás apoyándonos en todo momento, guiándonos en un camino que nunca antes habíamos recorrido.
Al ser nuestra primera experiencia trabajando para una institución nos imaginábamos que todo iba a ir lento; se dice que las cosas de palacio van despacio, pero en este caso, fueron a la velocidad de la luz. El diseño se aprobó en Junta y a la semana siguiente estábamos presentándolo en la inauguración de ‘El Piset’. Estamos muy contentas con el trabajo que hemos hecho y esperamos que no sea el último.
Para nosotras, esta experiencia ha sido una metamorfosis profesional, pero también personal. Como grupo de amigos, hemos salido reafirmado. Una experiencia como esta no deja a nadie indiferente, y a nosotros, nos ha dejado con muchas ganas de seguir fraguando ideas juntos. Ahora nuestros caminos se separan: Josep, Paula y Vicent se van de Erasmus y yo me quedo en Valencia; pese a ello, estoy segura de que nuestros lazos seguirán igual de unidos, si no más, que siempre.
Profesionalmente, esta experiencia nos ha invitado a explorar el conocimiento más allá del aula. Creo que los estudiantes nos equivocamos al pensar que con ir a clase y atender es suficiente, pero nada más lejos de la realidad. Más vale el conocimiento real, las experiencias y las personas que se conocen viviendo que las letras de un libro de texto.
