La casa que haría hoy Artal en Santa María Micaela

20 octubre 2023

por | 20 octubre 2023

El edificio de Santa María Micaela, construido entre 1958 y 1961 por el arquitecto Santiago Artal para la Cooperativa de Agentes Comerciales de Valencia, catalogado por la Fundación Docomomo Ibérico y protegido como Bien de Relevancia Local, es una construcción que ha ido despertando interés popular, con el tiempo, por la brillantez de su planteamiento, lejísimos de pasar de moda o quedar anticuado.

Concebido por Artal como una voz crítica a la ordenación tradicional de la ciudad, el edificio favorecía orientaciones y vistas, centralizaba los servicios comunes y hacía un aprovechamiento no especulativo del suelo gracias a una densidad habitacional más relajada.

Además, el arquitecto lo proyectó con una clara voluntad de producir espacio público y que este fuera protagonista. Hasta ahí, Artal no pudo ser más moderno.

 

Los arquitectos Raúl Castellanos y Miguel Ángel Navarrete han realizado una intervención en una de aquellas viviendas de Santa María Micaela que conservaba su distribución original, en formato de dúplex, y sus elementos característicos, como las carpinterías de hierro, los revestimientos de mosaico y la escalera de madera maciza.

El trabajo de reforma pretendía «recrear un hipotético estado original que nunca existió, pero que resultaría verosímil —según los referentes de Artal—, poniendo en valor los elementos originales pero adaptando la distribución a las necesidades actuales de confort, sostenibilidad y uso», explican los arquitectos.

«Podría entenderse como un intento de queerificación del espacio doméstico y de reflexión sobre los modelos habitacionales producidos por la sociedad española predemocrática», apuntan.

Una cierta promiscuidad espacial se concentra en el entorno de la escalera recuperada, mediante la apertura de la cocina en la planta baja y el desplazamiento del baño de la planta primera, liberando espacio para una nueva antecámara y generando dobles circulaciones hasta en las estancias más privadas.

La paleta material y cromática del edificio se introduce en la vivienda mediante las celosías cerámicas, los marcos de acero, los revestimientos de baldosa hidráulica o de mosaico vítreo.

 

Se alcanza así una confusión deliberada entre lo nuevo y lo viejo, que no busca repristinar o musealizar el original, sino interpretar y recrear libremente sus valores propios. «En definitiva, la pregunta que guía el proyecto no es ¿cómo fue?, sino ¿cómo podría haber sido?», concluyen.

Foto de José Hevia (Fundación Docomomo).

Fotografías: Milena Villalba.

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