Si las librerías son, casi por definición, refugios, la de Almudena Amador sería uno de esos grandes y muy seguros. La librería Ramón Llull nació hace veinte años en la calle de la que cogió el nombre y se especializó en manuales universitarios. Poco a poco, además de los compradores de libros de resistencia de materiales y de cálculo de estructuras, fueron asomándose por allí voces como la de Rafael Chirbes, Almudena Grandes o Paco Brines. Su clientela se amplió al ritmo de sus presentaciones literarias y la librería tomó los visos de la consolidada trinchera que es hoy.
Rafael Chirbes
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Rafael Chirbes y los clásicos
«Chirbes no ahorra críticas ni para sí (no acaba de creerse su éxito como novelista) ni para los demás: aquella España del ladrillo desbocado que la Gran Recesión de 2008 dejó al borde de la ruina, o esa Valencia que observa como una ciudad de nuevos y viejos ricos pagados de sí mismos (…)», escribe Rafa Martínez sobre los diarios del escritor valenciano.
Pintura ordinaria
«A la persona que observa, a la que desde aquí toma notas, le interesa la ropografía, es decir, la pintura ordinaria. Las cosas del día a día que son, en definitiva, las que van conformando nuestras pequeñas vidas. En absoluto insignificantes».
El historiador Rafa Martínez, editor de la revista Arxiu, se detiene, en esta columna de opinión, a mirar de cerca.