En la otra punta del mundo del universo fallero, concretamente en el desierto de Nevada (EEUU), una escultura de un hombre en llamas arde cada mes de agosto con ocasión del festival Burning Man, un encuentro neohippie en el que miles de personas conviven en el desierto con sus propias reglas, basadas en la autosuficiencia y el respeto. Este proyecto tiene sus orígenes en el año 1986 y desde entonces, cada año, se han ido uniendo más personas atraídas por la idea de vivir en un espacio en libertad durante unos pocos días, según sus organizadores. Aquí van dos planes incendiarios: de Burning Man a «Cremar el Disseny».
La metrópolis emergente anual de Burning Man, Black Rock City, es el sueño de cualquier planificador urbano: al desmontarse y retirarse cada año, se ha convertido en un laboratorio viviente para el diseño, estudiado por académicos y funcionarios cívicos de todo el mundo. Stuart Mangrum, uno de los organizadores del acontecimiento, dará la conferencia ‘Burning Man: a living laboratory for civic design’, que reflexionará acerca de la evolución del proyecto: de ser una «zona autónoma temporal anarquista» a convertirse en una ciudad en toda regla.
La charla de Mangrum tendrá lugar el 10 de marzo a las 19 horas en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC).
Cremar el Disseny
Por otra parte, la exposición ‘Cremar el Disseny’, comisariada por Rafa Rivera, Ricardo Ruiz y el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV), establecerá una conexión entre diseño, fallas y arte y contará con la participación de autores como Ceballos&Sanabria, Pichiavo, Escif, Manolo Martín y el Estudio Yinsen. Otro de los planes incendiarios.
La muestra, que abrirá sus puertas en el CTAV el 11 de marzo a las 18:30 horas, estará acompañada de talleres y visitas guiadas a las fallas experimentales de la ciudad.