La casa Ugalde, mucho antes de que «Casa en Flames» atrajese la mirada de los miles de espectadores que han hecho de la película de Dani de la Orden la más vista en catalán de la historia y pusiera la atención en ese tipo de viviendas de la burguesía veraneante, ya era, según nosotras, una de las casas más bonitas del mundo.
Sobre la bahía de Caldes d’ Estrac, en el Maresme barcelonés, Coderch levantó un edificio capaz de procurar goce al ojo humano desde cualquier punto de vista. Con todas sus contradicciones, Coderch fue capaz de aplicar esa sabiduría de la arquitectura anónima y popular que muchas veces, por una excesiva reflexión intelectual, descarrila. Su obra, no. Una casa blanca de Coderch será igual de buena dentro de 400 años, como una iglesia románica.
Igualmente nos enamoran las lámparas y las chimeneas que se inventó en su faceta de diseñador industrial, porque es que Coderch lo hacía todo bien. Tuvo una producción corta pero magnífica.
Un homenaje a su mágica lámpara DISA puede verse estos días en una exposición efímera en un hotel de Madrid con motivo del Madrid Design Fest. La antigua entrada de carros del edificio, ubicado en la calle Barquillo, se ilumina con las cálidas calabazas del arquitecto en la exposición más sencilla e interesante de todo el certamen.
Juli Capella, arquitecto y divulgador del diseño, y Rafael Salvador, sobrino nieto de Coderch, guardián de su legado en diseño de iluminación y editor de sus piezas más icónicas, entre ellas la lámpara DISA, dialogarán sobre ella y sobre su autor en una charla que tendrá lugar el martes 25 de febrero, a las 19 horas, en el propio espacio de la muestra. La entrada es libre con preinscripción.