La arquitectura de la primera mitad del siglo XX interiorizó el trauma que estaba suponiendo la tuberculosis y dio como respuesta la arquitectura moderna, que aportaba lo mismo que los manuales médicos de la época recomendaban: aire libre, terrazas, sol, blancura e higiene. ¿Qué pide la sociedad a los museos y centros culturales en el siglo XXI? ¿Qué aporta la arquitectura a estos espacios? En su libro X-Ray Architecture, la arquitecta y teórica Beatriz Colomina se detiene en el rastreo de las psicopatologías y su relación estrecha con la arquitectura.
¿Cómo sería esta repensada concreta aplicada a lo cultural en el contexto del panorama pospandemia al que nos encaminamos?
«Una nueva sensibilidad, nuevas estrategias y, sobretodo, un nuevo discurso en torno a los espacios expositivos y el papel que estos deben jugar en la ciudad y en la sociedad están comportando cambios en la manera de plantear los espacios y un alineamiento de la arquitectura con los nuevos valores en auge. El nuevo Museo Munch en Oslo, el Caixaforum de Zaragoza, el MAXXI de Roma o el CCCC de València son ejemplo de ello. Muchas instituciones culturales están haciendo esfuerzos por conectarse a la ciudad y por atraer a públicos que hasta el momento no estaban presentes en los museos». Esto lo cuenta en el libro «Innovación desde el museo. Ensayos sobre emergencia cultural» la consultora de comunicación Pati Núñez, codirectora de Openhouse Madrid y experta en Coderch, una de las voces de esta obra colectiva recién publicada.
Para agentes culturales e instituciones estos casi dos años de dura pandemia han marcado un antes y un después, como para casi todos. La Covid-19 obligó a reaccionar, a repensar estrategias y a generar contenidos adaptados, primero, al confinamiento y, posteriormente, a la desescalada hacia la «nueva normalidad».
El modo en que, por ejemplo, transitamos las salas de un centro de arte se ha visto alterado por las medidas sanitarias en pandemia. Guardamos las distancias entre las personas, interactuamos y recorremos el espacio guiados por un nuevo orden, unas normas, unas tendencias que todavía son nuevas, aunque todo apunta que han venido para quedarse.
El vuelco de la oferta cultural a internet en un momento de aislamiento social como fueron los meses más estrictos de 2020; la necesidad de hilar historias en un mundo donde mandan los algoritmos, la acelerada digitalización, con sus cosas buenas y las que no lo son tanto; la necesidad de diálogo entre el museo y el espectador, pese a todos los condicionantes, y la configuración del museo del siglo XXI, son algunos de los temas que se tratan en este libro que inaugura una nueva línea editorial institucional.
El Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) publica esta obra colectiva, coordinada por la crítica de arte Marisol Salanova y por el director del Consorci de Museus y director del CCCC, José Luis Pérez Pont, que recoge 20 perspectivas sobre el museo y el centro de arte como algo más que una plataforma de contenidos, cuando las condiciones requieren un cierre al público o una repentina reorientación de su programación a través de nuevos medios, tal y como ha ocurrido por la pandemia del coronavirus.
El libro, «Innovación desde el museo. Ensayos sobre emergencia cultural», convoca a expertos que tratan diferentes aspectos relacionados con esa problemática: los vínculos entre museo y sostenibilidad, cine, arquitectura, residencias artísticas, domesticidad del centro de arte como lugar cotidiano para el pensamiento, los cuidados, la infancia, las familias diversas, el espacio para amplificar la voz de colectivos en riesgo de exclusión como lugar seguro y, especialmente, las narrativas transmedia.
Marisol Salanova apunta que «el objetivo del libro es ser una hoja de ruta para otros espacios culturales, artistas y el propio público en situaciones de emergencia como la que hemos vivido con la pandemia, en la que el CCCC ha generado contenidos adecuados para situaciones límite». «El libro quiere transmitir la hibridación entre lo presencial y lo virtual que ha llegado para quedarse y cómo ha sido posible avanzar en democratización cultural», añade.
Pérez Pont, por su parte, explica que se trata de «una obra pionera porque de momento no hay otros centros que hayan publicado una investigación similar a esta, que recorre las distintas iniciativas que ha llevado a cabo el CCCC para poder acercar la cultura a la ciudadanía en un momento en el que era más necesaria que nunca».
El libro, un manual muy completo que se puede comprar aquí, cuenta con fotografías de Juan Ramón Peiró y un diseño atractivo de Dídac Ballester. En él escriben María Acaso, Carmen Buelohá, Paula Cabaleiro, Jorge Carrión, Florencia Claes, Mario Colleoni, Jordi Costa, Marilena de Chiara, Luis Deltell, Blanca de la Torre, Rocío de la Villa, Fernando Gómez de la Cuesta, Semíramis González, Ignacio Granero, María Llopis, Pati Núñez, Regina Pérez Castillo, José Luis Pérez Pont, Magda Polo y Marisol Salanova.