Cuando lanzamos Flat, a la que dimos forma perfeccionando nuestro entendimiento telepático el diseñador editorial Diego Obiol y yo, cada uno desde nuestros confinamientos respectivos en plena tercera ola de la pandemia mundial, el fotógrafo Eduardo Manzana era el único, de los tres implicados en la historia, que pisaba la calle. Hacía fotos de prensa y tenía bula para andar por la ciudad vacía y estremecerse ante los hospitales.
En el nacimiento de la publicación, muy esperanzador para nosotros ante tanta desazón, contamos que nuestra devoción cinematográfica por ‘El apartamento’, del gran Billy Wilder, y un discreto homenaje a ‘El pisito’, con guión del, también, gran Rafael Azcona, habían inspirado poco sutilmente el nombre de Flat, que iba a agrupar todos esos relatos en torno a nuestras casas y lugares. También dijimos entonces que, desde los mares navegables de Flat, acudiríamos al papel, que nos encanta, cuando las ocasiones lo requirieran. Llegó el momento.
‘Un retrato de la ciudad’ es la primera aparición de Flat Magazine en papel, con la editorial Festiu como colaboradora necesaria como no podía ser de otra manera, para contar esa ciudad que es convivencia y es conflicto.
Imágenes de la publicación que acaba de salir de las máquinas de Impresum (Foto: Festiu).
A través de la mirada del fotógrafo Eduardo Manzana, se traslada a estas páginas el espíritu de la publicación que habla sobre «la ciudad que sí», esa que recupera espacios para sus habitantes y que rehabilita viviendas centenarias, pero que también habla de esa otra ciudad que gentrifica y expulsa a sus habitantes. Por su objetivo transitan la arquitectura maravillosa y el urbanismo planificado, pero también los descampados. Los solares del barrio del Carmen. Las aceras llenas de mesas y sillas. Lugares de paso que se vuelven lugares de pago. Espacios vividos o parques temáticos.
Sus fotografías muestran una visión urbana más oscura y poética, pero tan real como la otra.
El único edificio del arquitecto Miguel Fisac en la ciudad está en la plaza de Tetuán. Lo proyectó entre 1961 y 1965 donde antes estuvo el palacio de los condes de Alcúdia y Gestalgar, cuyos últimos dueños fueron los miembros de la familia que daría nombre al edificio, Moroder Gómez.
El majestuoso edificio que preside uno de los vértices de la plaza del Ayuntamiento de Valencia, construido en 1932 por Goerlich y Almenar, conocido como edificio de ‘Los Sótanos’ o ‘Edificio Martí’. Está en fase de desalojo desde hace veinte años porque se va a convertir, ahora ya de forma inminente, en un hotel de lujo.
Enfoque libre y la realidad como materia prima para subrayar los espacios, los edificios, la arquitectura que nos rodea. Las proporciones, la luz dramática y la oscuridad apuntalan unas fotografías que, pocas veces, endulzan la realidad. Fisac, Moreno Barberá, Goerlich, Luis Gay y hasta Calatrava, por decir algunos, aparecen en las páginas del primer fanzine de Flat, sin pretensiones pero con intención, que ojalá sea el primero de muchos.
‘Un retrato de la ciudad’ (Festiu, 2024) es un artefacto editorial diseñado por Estiu, con fotografías de Eduardo Manzana, texto de Clara Sáez y epílogo de Diego Obiol, que se puede adquirir aquí.
Fotografía: Eduardo Manzana. Portada: El edificio Espai Verd al fondo, desde el campo de fútbol del Sporting de Benimaclet.
