«Casa H nace de las ganas de dar vida a un espacio que ha ido evolucionando y cambiando durante los años. Es un sitio con mucho potencial donde todo lo que tenga que ver con la creatividad es bienvenido. Este lugar fue el estudio de diseño de Paco Bascuñán hasta 2009, año de su fallecimiento. Posteriormente, ha seguido siendo el espacio de trabajo de Lupe Martínez y de otros creativos que han pasado por aquí. A su vez, la casa sirve como archivo de mucha de la obra gráfica y artística de Paco».
La que habla es Bea Bascuñán, hija del diseñador y cofundadora junto a Albert Jornet de la revista SOLO Magazine, un proyecto creativo y revista impresa sobre café de especialidad y todo lo que lo rodea. Junto a su socio, Bea también está al frente del kiosco News&Coffee que abrió hace un año en la plaza Doctor Collado de Valencia.
Tras mudarse a Barcelona en 2004, «para estudiar diseño gráfico y luego vivir allí 15 años trabajando en esto y lo otro pero casi siempre de forma autónoma como diseñadora gráfica y en proyectos editoriales como Publications for Pleasure», el año pasado volvió a Valencia «buscando un cambio y porque las prioridades y las circunstancias de la vida te llevan por diferentes caminos».
«Barcelona es una ciudad muy bonita. Estés en el barrio que estés, siempre vas a encontrar proyectos, ofertas gastronómicas, de ocio… En definitiva, cosas que ver y hacer. Tiene una vibra especial que no hay en otras ciudades de la península. La gente acoge muy bien los nuevos proyectos y hay mucho apoyo. Durante muchos años la he disfrutado y ha sido casa para mí. Valencia ahora se ajusta más a mi ritmo de vida, sobre todo con una niña pequeña. Es más manejable y asequible en muchos sentidos y están pasando muchas cosas interesantes a nivel cultural. Yo aún me estoy haciendo a la ciudad y a la gente aquí pero, de momento, estoy contenta con el cambio».
Casa H
«El proyecto del nuevo espacio, Casa H, se desarrolló junto a Marina Senabre, arquitecta y amiga, y Antonio Orero, quien dirigió la obra. Se pusieron muchas ideas en común y, al final, el proyecto se armó de forma conjunta. La reforma que se hizo es bastante sencilla, ya que el presupuesto era limitado, el espacio estaba en buenas condiciones y tampoco se quería hacer un cambio radical. Solo acondicionarlo para poder habitarlo mejor».
La Casa H, apunta la arquitecta Marina Senabre, «es una vivienda, estudio y taller en planta baja en el centro de València, en el lugar que antes ocupaba el emblemático Estudio EPB. La intervención, aun siendo sutil, es clave a la hora de entender de nuevo el espacio, donde ahora van a convivir la actividad profesional con la vida cotidiana». Antes de 2020, existía un esquema clásico que marcaba de forma nítida lo que era una vivienda y un estudio por separado pero, desde ese momento, la línea tiende a diluirse y mezclarse.
Con la convicción de que la arquitectura debe adaptarse y evolucionar con las nuevas circunstancias de sus habitantes, Marina Senabre plantea en este proyecto esas nuevas formas de habitar, donde manda la flexibilidad, los espacios fluidos y la conexión del exterior con el interior. «El patio no separa, sino que une», explica. Así, este espacio no solo es un lugar de paso necesario sino que que alberga también una amplia cocina, esencial tanto para la vivienda como para el estudio. «El patio y la cocina se convierten en el núcleo».
La carpintería exterior está compuesta por módulos cuadrados en hierro natural que forman dos grandes hojas correderas, que al abrirlas desdibujan la línea entre la cocina y el patio. El pavimento de hormigón va desde el interior al exterior, dando sensación de continuidad. La carpintería interior, con la cocina como estandarte, es obra de Lebrel Furniture.
El proyecto profundiza en la flexibilidad y propone habitar la casa de una forma completamente abierta, donde todos los espacios están conectados entre sí.
«La materialidad de la casa pone en valor el espacio original y mantiene la carpintería de hierro natural, el pavimento de madera o la pared en hormigón donde destaca el logo del estudio, pero al mismo tiempo sitúa la casa en el momento actual y refleja referentes que la acercan a la estética japonesa, como la nueva carpintería interior en abedul, el uso del color, el pavimento continuo o los cerramientos ligeros y flexibles. El proyecto ensalza el estudio original y lo enlaza a la arquitectura contemporánea con absoluto respeto y admiración», explica la arquitecta.
El resultado del proyecto es una vivienda convertible y fluida. Es interior y exterior al mismo tiempo. Es casa, estudio y taller. «Es capaz de adaptarse y modificarse en el tiempo. Es València y Japón. Es respeto por lo preexistente y nuevas relaciones entre los espacios. Pero sobre todo, supone un punto de partida y una oportunidad para idear nuevas arquitecturas», apunta Marina Senabre.
«Casa H es una especie de oasis dentro de la ciudad. Mucha luz natural, grandes ventanales y un patio que cada vez acoge más plantas. La idea es que sea un espacio bastante diáfano y limpio pero con carácter. Está lleno de detalles, libros y mobiliario que lo hacen ideal para shootings y rodajes. Creo que es un espacio que no esperas encontrar cuando cruzas el portón de madera de la calle y que sorprende gratamente», concluye Bea Bascuñán.