El 8M, los espacios propios y el cielo abierto

7 marzo 2025

por | 7 marzo 2025

Más allá de fechas, titulares y fallos judiciales, para nosotras 8M es todos los días pero, ante la ola reaccionaria que crece sin parar y que lleva aparejado un negacionismo vergonzoso, se hace imposible no apelar a la acción colectiva de todas aquellas personas feministas que luchan por acabar con la desigualdad, los abusos y los feminicidios. Menos Pelicot, él y todos esos hombres tan ‘normales’, y más gente que sí. El mes de marzo, como símbolo, se vuelve un poco más violeta que los demás, tanto por parte de los que solo posturean, esos que se acuerdan de la mujer el 8 de marzo como una estrategia más de marketing, como por parte de las convencidas que, más que celebrar, reivindicamos todo lo que todavía falta para alcanzar una igualdad de verdad en todos los sentidos.

El otro día, una amiga arquitecta contaba, hastiada, cómo, a estas alturas, la igualdad real está todavía lejos. Lo vemos con frecuencia. Despachos formados por mujeres arquitectas que únicamente toman buen ritmo de trabajo cuando sus hijos se van haciendo mayores (mientras tanto, las carreras de ellos, sus colegas hombres, no paran nunca); estudios mixtos donde siempre, o casi siempre, él manda ‘un poquito más’ que ella; horarios de trabajo imposibles de conciliar si no hay al lado una pareja que asuma su parte de responsabilidad en los cuidados… el cuento de siempre pero que todavía suena hoy.

Mies y Lilly Reich

Entre las iniciativas que visibilizan el trabajo de mujeres, y recuerdan a esas otras del pasado que fueron silenciadas, está la apuesta de la Fundació Mies van der Rohe, junto a la Galería Il·lacions, que presenta “Una cambra pròpia”, una intervención artística en el Pabellón Mies van der Rohe, en Barcelona, que rinde homenaje a aquellas mujeres que hicieron contribuciones pioneras a la disciplina del diseño de mobiliario y objetos y que, desde su vocación, aportaron su ingenio e inteligencia al sector.

Mies fue un magnífico arquitecto y un gran amante de la filosofía, pero practicó poco la ética, sobre todo con las mujeres que le rodearon, como recordábamos aquí. Se cumple una cierta justicia poética recuperando a algunas de aquellas autoras precisamente en ‘su’ pabellón que, ya que estamos, podría pasar a incorporar también el nombre de Lilly Reich puesto que ella tuvo mucho que ver en la forma final del edificio.

«Mies» (Grafito Editorial), la magnífica novela gráfica de Agustín Ferrer Casas. No caben más hombres en la viñeta.

Exterior del Pabellón Mies, en Barcelona (Foto: Marcela Grassi).

El título de la exposición, “Una cambra pròpia”, hace alusión al ensayo “A Room of One’s Own”, de Virginia Woolf (otro clásico imprescindible) y traslada su mensaje, basado en el análisis de las limitaciones históricas y sociales de las mujeres, al ámbito de las artes aplicadas para visibilizar y rendir homenaje al papel de estas en la disciplina del diseño de producto. En esta intervención, diez diseñadoras contemporáneas han asumido el reto de crear nuevos muebles y objetos inspirándose, cada una, en una figura de referencia en el mundo del diseño y la arquitectura.

Las autoras Carla Cascales, Ines Sistiaga, Jana Tothill, Sanna Völker, Marria Pratts, Laura Molina, Mago Hart, Si.atelier, Mariadela Araujo y Rosa Cortiella, se inspiran y homenajean a Eileen Gray, Lilly Reich, Anni Albers, Aino Aalto, Charlotte Perriand, Eva Zeisel, Lina Bo Bardi, Franca Helg, Andrée Putman y Maria Pergay, todas ellas pioneras en el mundo del diseño. Juntas recrean esa ‘habitación’ que Virginia Woolf consideraba una de las dos cosas esenciales para que una mujer pudiera desarrollar plenamente su potencial creativo: dinero y un espacio propio.

Un bany propi y ciudades más feministas

Otra alusión a Woolf, tan recurrente, y a ese ‘lugar ansiado’ es lo que hace la película ‘Un bany propi’ (‘Un baño propio’, dirigida por Lucía Casañ), que reivindica ese espacio en un deseo y una necesidad, encarnada en la figura de Antonia, que no solo habla de ese sitio personal y de desarrollo que ya exigía la escritora, sino que lo traslada a la sociedad y las ciudades actuales, cada vez más hostiles, e incluso al problema de la vivienda.

En lo relativo a la hostilidad de los espacios comunes hacia la mitad de la población, hay estudios que se ocupan de investigar esas desigualdades que, aparentemente, no lo son. Por ejemplo, en la priorización habitual del vehículo privado sobre el público, algo alejado a priori de la estricta cuestión de género, las mujeres salen perdiendo porque ellas son las que más combinan el trabajo productivo y el trabajo reproductivo (cuidado de hijos, de padres, de casa), y se mueven más en transporte público y a pie, en un patrón de movilidad que se ha observado en las mujeres de todo el mundo y que consiste en la realización de varios desplazamientos cortos interconectados (casa, colegio, trabajo, supermercado, atención a familiares…). No hay más que mirar, en metros y buses, para ver.

Una suerte de cartografía feminista (que se explica aquí), desarrollada en Valencia, Dublín, Toluca y San Francisco, permite proporcionar información a los gestores y responsables de urbanismo de las ciudades en la toma de decisiones relativas a la violencia de género. Para realizar estos mapas se han utilizado datos de criminalidad, urbanismo y tráfico. Agresiones machistas, acoso callejero o sensación de inseguridad en la ciudad permiten trazar valores para las mediciones de la investigación e identificar los espacios urbanos públicos que posibiliten, si hay interés, diseñar transformaciones políticas y prácticas necesarias en materia de prevención de violencia de género.

Volviendo al baño, el primer largometraje de la directora valenciana Lucía Casañ Rodríguez reflexiona, en su relato, sobre la emancipación femenina de un ama de casa a la que le apasionan esos espacios privados, lugares donde encontrar la intimidad y poder escribir. Una historia inspirada, en especial, en un párrafo de ‘Una habitación propia’ que impresionó a Lucía Casañ. En él la autora cuenta que en el mismo año que se aprobó el Sufragio Universal (1916) recibió una pequeña herencia. Woolf aseguraba que entre el derecho a votar y el dinero, prefería lo segundo. Un tema sobre el que Lucía Casañ aprovecha para reflexionar en su primera película. Su protagonista, a la que encarna la actriz Nuria González, es una mujer de mediana edad que trata de escapar de las tareas domésticas y las responsabilidades conyugales. González brilla representando a todas las Antonias a las que la falta de recursos propios les impidió ocupar un lugar y, de forma menos metafórica, a todas esas actrices que parece que dejan de existir al llegar a una determinada edad.

 

«La sociedad —escribía Virginia Woolf— me da comida, bebida, lecho y techo a cambio de pedazos de papel que me dejó una tía por el simple hecho de que compartimos el mismo apellido. Tengo que contarles que mi tía, Mary Beton, murió por una caída de su caballo una vez que salió a cabalgar en Bombay. Me enteré de la noticia de mi herencia una noche, más o menos por los mismos días en que se aprobó la ley que permitía el voto femenino. Recibí en mi buzón la carta de un abogado; me informaba que mi tía me había dejado una herencia vitalicia de quinientas libras anuales. De las dos cosas —el voto y el dinero—, reconozco que el dinero me pareció muchísimo más importante. Antes de eso, me había ganado la vida con trabajos esporádicos en los periódicos, cubriendo, por ejemplo, un espectáculo de burros o una boda; me había ganado unas cuantas libras enviando sobres, leyéndoles a unas ancianas, haciendo flores artificiales, enseñándoles el abecedario a unos niños pequeños en una guardería. Esas eran las principales ocupaciones que podían desempeñar las mujeres antes de 1918. […] Sentí la liberación más grande: la libertad de pensar las cosas en sí. Ese edificio, por ejemplo, ¿me gusta o no me gusta?; ¿es esa imagen bella o no?; en mi opinión, ¿es ese libro bueno o no? En efecto, la herencia de mi tía me había revelado una vista del cielo abierto».

Fotografía: Anna Mas y D.R.
PUBLICIDAD

Te puede interesar

Pin It on Pinterest