Dibujar parece ser una acción casi espontánea, garabateamos formas desde que tenemos la capacidad de sostener un lápiz. No obstante, sin perdernos en discursos antropológicos complejos, estas líneas quieren reivindicar el dibujo como un ejercicio de pensamiento, especialmente para el desarrollo de la arquitectura.
Raúl Sol Jódar
Sobre lo esencial y la vivienda mínima
No resulta ninguna novedad afirmar que las serias dificultades de acceso a la vivienda están suponiendo un grave problema para el desarrollo natural de la vida de las personas en sociedades como la nuestra; un problema en boca de todos a la vez ampliamente desatendido por la gran mayoría de responsables públicos y exprimido sin contemplaciones por algunos sujetos y entidades privadas. En estas líneas nos preguntamos acerca de la problemática intelectual de armar un lugar de mínimos adecuado para ser habitado, explorando así algunas muestras arquitectónicas hábiles que abordaron, de alguna manera, la vivienda mínima como tema durante el siglo XX.
Lo inadvertido de los espacios cotidianos
Vivimos al abrigo de los espacios cotidianos en completa inconsciencia. Las galerías de nuestros teléfonos móviles y los tablones de nuestras redes sociales se nutren de las experiencias vividas en «lugares memorables»; mientras tanto, obviamos los espacios no fotografiados como epicentro de nuestros recuerdos. Los primeros: los visitamos; los segundos: los habitamos.
La casa mid-century de Barbie
Nunca ajena a las pulsiones de la sociedad, Barbie no podía sino habitar una vivienda en sintonía con las tendencias de la época. No en vano, si se rastrea con intención la andadura de las «dreamhouses» es posible encontrarse viejos conocidos de la historia del diseño del siglo XX.
Memoria del lugar y paisaje cotidiano
La historiadora Mireia Muñoz Vidal y el arquitecto Raúl Sol Jódar, al frente de Nostos Atelier, se estrenan en Flat reflexionando sobre la memoria del lugar y el paisaje cotidiano. «La suerte de reconocer un lugar como un hogar depende directamente de nuestra capacidad de evocar. Sentir la comodidad de un espacio reconocible supera cualquier expectativa que pueda resolver la arquitectura en términos formales».